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Confinamiento, día 41 00:18:16 Confinamiento, día 41 Video Duration : 00:18:16 con Prem Rawat

Confinamiento – Día 41

Hola a todos. Espero que estén todos bien. Ya hemos hecho 40 transmisiones. Hoy quería dedicar unos minutos a intentar explicarles lo que estoy planeando. Claro que, dada la situación, tenemos que irnos adaptando a lo que sea que ocurra.

Pero, la idea es la siguiente. Estamos desarrollando el Programa de Educación para la Paz. Al comienzo de estas transmisiones mencioné que sería maravilloso hacerlo. Y sigo pensando que sería maravilloso hacerlo.

Estamos reuniendo diferentes materiales para que esto pueda suceder. Y es porque nunca se había realizado de esta forma. Voy a explicarles como preveo que se haga, (aunque estoy podría cambiar en cualquier momento, por tanto no lo tomen como algo seguro). Básicamente, un día verás el PEP.

No es un día entero ni nada de eso, sino una media hora aproximadamente. Quizá un poco más, si logramos poner ahí la introducción mía. Y luego habrá por lo menos un par de días para que nos puedas escribir sobre lo que hayas aprendido, particularmente en lo referido al PEP, a cada uno de sus segmentos.

Recibimos todo eso y seleccionamos los que sean pertinentes. Seguro que nos llegarán algunos que no serán los más geniales del mundo, por así decirlo. Pero tomaremos los que van a ayudar a todos a avanzar.

Los leeré y hablaré del tema. Y luego seguiremos al siguiente episodio del Programa de Educación para la Paz. Es así como va a suceder. Es posible que dejemos más tiempo entre un episodio y el siguiente. O quizá lo acortemos.

Las transmisiones han cumplido un propósito maravilloso, creo. Otra cosa que estoy pensando es hacer eventos ¿Qué clase de eventos? Bueno, dadas las circunstancias serían eventos virtuales.

Estos eventos se harían, claro está, donde yo esté confinado, y estarán disponibles para que los veas. Por supuesto, serán más largos que estas transmisiones que has estado viendo.

Así que este es más o menos el plan en el que estoy trabajando. También hay cosas maravillosas publicadas. Una de ellas son los nuevos podcasts, que llevan el título de 'Life's Essentials'. Son podcasts disponibles en Apple Podcasts o Spotify. Son muy buenos. Posiblemente quieras escucharlos.

Así que, entre una cosa y otra, vamos a proyectar bastantes videos. Todo esto va a continuar. No cabe en nuestra cabeza suspenderlo. Se va a proyectar mucho material. Créeme, si algo tenemos es mucho, muchísimo material.

Y por supuesto, he venido haciendo en paralelo estas transmisiones en hindi para todas las personas que hablan hindi alrededor del mundo. Algunas de esas personas me preguntaron si voy a hacer el PEP en hindi.

Entonces me enteré de que el PEP que tenemos actualmente está sobre todo en inglés, pero lo han traducido. De modo que me gustaría hacer algo un poco más fresco para ellos.

No tengo los medios para crear y editar el PEP nuevo. Pero puedo hacer lo que pueda hacer. Sí que tengo la lista de todos los temas que se incluyen en el PEP. Son: Paz, Apreciación, Fuerza Interior, Consciencia de uno mismo, Claridad, Entendimiento, Dignidad, Posibilidad de elección, Esperanza y Satisfacción. Son los temas que se tratan en el PEP.

Así que puedo tratar de crear algo en hindi. Tendremos que ver. Y en cuanto a las transmisiones en hindi, se han hecho 37, así que les faltan algunas. Y después tendré tiempo para trabajar el Programa de Educación para la Paz.

Como he dicho tantas veces antes, y esto vale para todo en el universo: sólo vas a recibir en función de lo que hayas puesto de tu parte. Si tú no participas activamente –no sé, hay personas que son tímidas, que están ahí dubitativos pensando: “No sé qué es esto”. Es todo bueno. Son todas cosas buenas para ayudarte a pensar de una manera completamente diferente sobre lo que es ser humano.

Es un punto de vista, una perspectiva que se te está dando, que no es la típica: “Haz esto, esto, esto y esto.” Es diferente a todas estas fórmulas que han existido durante años y años y más años sobre la faz de esta tierra, y que realmente no le han servido a nadie de nada.

Siguen ocurriendo calamidades. Hace mucho, mucho tiempo había reyes que eran malísimos, que no eran buenos, no eran generosos, no eran justos con las personas. Hubo revueltas y los echaron.

Así que todo este drama que estamos viviendo no es nuevo. Ya ha habido plagas antes; en África, prácticamente cada año viene la langosta, destruye todo y la gente tiene que pasar hambre.

Y muchas enfermedades. En algún lugar se está propagando tal enfermedad o aquella otra. Ya pasamos por el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio), el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave), la gripe aviar, el ébola. Y ahora el coronavirus, y todos estamos: “Aaah.”

Por supuesto que tenemos motivo para preocuparnos y debemos tomar todas las precauciones necesarias, pero, al mismo tiempo, tenemos que utilizar nuestra inteligencia, experiencia y valentía. Y no ir por ahí difundiendo malos rumores, historias falsas, sino trabajar juntos para una mejor conclusión para esto. Colectivamente, alrededor del mundo. Pero, por supuesto, eso es demasiado pedir.

La gente dice: “No, no queremos ayuda, no queremos esto, ni lo otro.” Pero hubiera sido maravilloso ver una colaboración entre los líderes mundiales. Y algo de cordura por su parte. Ver a esos líderes que han tenido éxito y, en cierta forma, imitarlos. Pero eso es demasiado pedir, claro. Y podría seguir y seguir.

Pero lo importante para mí es aportar otra perspectiva. Una realidad que tiene que ver contigo. En vez de tratar sobre todo lo demás que puedes hacer, es algo que tiene que ver contigo. Ese es el Programa de Educación para la Paz. Estas son las cosas para poder lograr tú la paz, la apreciación, la apreciación por tu vida, la fuerza interior que tienes.

Estas cosas que no se crean. No tienes que intentar crearlas. Ya existen dentro de ti; tú solo permites que surjan de ti, que se manifiesten.

Conoces tu ira, ¿pero sabías que dentro de ti también tienes claridad?, ¿qué tienes apreciación dentro de ti? Y estas cosas pueden hacer que tu vida sea increíblemente hermosa, si se aplican de la forma correcta. Para eso están ahí. Todos nacemos con esto.

Sí, nacemos con ira, con temor, con todo eso. Pero, también nacemos con una cantidad enorme de belleza. Y eso es la paz. Eso es la apreciación. Y la apreciación requiere tener un poquito de ojo. Todo esto te indica: “Mira, hay otras cosas que puedes apreciar. Hay mucho más que puedes apreciar.”

También está la fuerza interior. La fuerza que tienes, que te va a ser útil. Cuando el mundo te venza, ¿qué vas a hacer? Muchas personas se quedan desoladas. Pero no tienes que sentirte desolado. Puedes moverte, seguir adelante. De eso se trata la educación para la paz.

Autoconciencia, ser consciente de quién eres, de qué eres, de cuáles son tus aspectos positivos –esto es muy importante en esta vida. Y en la travesía que haces cada día, necesitas saber exactamente donde estás tú. En ese mapa de la vida, ser consciente de ti mismo, algo increíblemente importante.

Claridad, el poder de la claridad. Poder ver. Porque cuando llegan los problemas te puedo asegurar que todos, todos, cuando se inundan de problemas todo se nubla, no está despejado. Se nubla.

En ese momento tienes que tener algo que pueda penetrar la niebla. Y esa es tu claridad. Y esto es lo que necesitas. Por ejemplo, esto lo he dicho muchas veces. Cuando enciendes la luz en un cuarto oscuro, no creas los objetos que ves en ese cuarto. Simplemente los iluminas.

Así que si quieres pasar de un lado a otro de ese cuarto, quizás haya obstáculos y no los podías ver. Cuando estaba oscuro, quizá te tropezabas con los obstáculos y te lastimabas.

Pero si enciendes la luz ya los puedes ver. Y eso, ¿de qué te sirve? Puedes dar la vuelta, puedes rodear los obstáculos para llegar a donde vas. Eso es tan importante en la vida. Eso es la claridad.

Tener el entendimiento. Entender, por supuesto, la importancia de cada momento, pero entender lo que está sucediendo en esta situación, qué está ocurriendo realmente. Literalmente, tener vista de pájaro de la situación.

Es como un entendimiento. Tener una perspectiva tal que tú no estás atrapado emocionalmente, sino que puedas ver la situación y decir: “Ah, ahí hay un problema, ahí hay un problema, ahí hay un problema.”

Quizás alguien tenga un auto que no anda bien. Y alguien sugiere: “Cambiémosle la pintura.” Pero si entiendes algo de ese auto, vas a decir: “La pintura no es el problema.”

Sea el problema que sea. Si el motor no arranca, puedes comprobar ciertas cosas para saber por qué: quizá no tienes gasolina; quizá las bujías ya no sirven. Si cuando está en marcha no anda bien, quizá una de las llantas está rota, o se cayó el eje de transmisión. Estas cosas pueden suceder.

Pero se necesita cierto entendimiento. Es igual en la vida. Se necesita cierto entendimiento para decir: “Mira, tengo que avanzar y no estar atascado en este lugar. Estoy perdiendo el tiempo aquí, atascado.”

El entendimiento puede ser muy simple, pero muy profundo. Hasta ese poquito de entendimiento: “No quiero estar atascado. Quiero avanzar, aprovechar mi vida al máximo.” De modo que eso es tu entendimiento.

Dignidad. ¡Dios mío! El mundo ha hecho tanto esfuerzo por quitarle la dignidad a la persona ¿Te das cuenta de lo que hablo? Que es tan importante que todo ser humano tenga esa dignidad en su vida.

Si eres un solo ser humano normal y corriente, no eres nadie: “Ponte en la cola, al final. Vete.” Para ti no hay excepciones. Si eres un ser humano normal, para ti no hay excepciones. Nada. Nada. Si eres un VIP: “Ah, sí. Entra por aquí. Ahórrate esta cola.”

Dignidad. Las personas tratan de quitarte la dignidad, pero tú tienes que aferrarte a tu propia dignidad. Hagas lo que hagas en este mundo, hazlo desde ese lugar. No hablo de una persona ególatra, sino de esa dignidad, de esa fuerza, de esa claridad. Con esa sonrisa, saber: “Está bien.” Esa dignidad.

La elección. Lo más importante. Poder elegir. Esto es lo que hace que todo sea válido en este mundo loco. Que tú puedes elegir. Siempre puedes elegir. Esta es tu salida. Así es como puedes hacer lo que haya que hacer. Porque puedes elegir. No tienes que ser víctima en todas las ocasiones. Puedes elegir, puedes hacer elecciones en tu vida.

Esperanza. No la esperanza del drama de la impresora, que está imprimiendo imágenes cada 15 minutos, diciéndote: “Esto es lo quieres, esto es lo que quieres.”

Sino la esperanza de: “Sí, las cosas van a mejorar. Puedo avanzar.” La esperanza que se ha construido sobre unos cimientos muy sólidos, no sobre un montón de creencias sino sobre unos cimientos muy sólidos.

Y por último, la satisfacción. Estar satisfecho adentro, desde adentro. En vez de estar diciendo constantemente: “Necesito esto, y esto, y esto.” No. Entiende tus necesidades, porque has confundido tus necesidades con tus deseos.

Muchas personas de este mundo no van a sentir nunca satisfacción en sus vidas, porque tienen confundidos sus deseos con sus necesidades. Vas a estar satisfecho si entiendes cuáles son tus necesidades. Y si se atienden esas necesidades, tú estarás satisfecho.

Estos son los temas del PEP. Estoy entusiasmado por volverme a reunir con ustedes en el Programa de Educación para la Paz. Mientras tanto, si tengo alguna idea o se me ocurre algo que quiera compartir con ustedes, por supuesto puedo producir una transmisión y les avisaré.

Así que, si quieren escuchar los podcasts de Life's Essentials, en Apple Podcast o en Spotify, están disponibles. Hasta entonces, sigue disfrutando, sigue viendo. Hay tanto material que podemos ver. Solo con esa serie, ya hay tantos episodios. Así que disfruta de ellos, y también de los videos nuevos que van a poner.

Y hasta que el PEP esté listo, nos volveremos a ver.

Así que, mantente bien, mantente seguro, cuídate, y, lo más importante, sé y disfruta. Gracias.

En Confinamiento, Día 42 00:14:42 En Confinamiento, Día 42 Video Duration : 00:14:42 con Prem Rawat

Confinamiento – Día 42

DJ Fresh

Cada miércoles en nuestro show hablamos de resolver conflictos porque creemos que eso es lo que todo el mundo necesita. No creo que a nadie le gusten los enfrentamientos. No creo que la gente disfrute de la violencia. Pero en la radio, por lo general, tampoco ofrecemos soluciones. No le decimos a la gente: “Aquí tienen las herramientas que pueden usar para intentar arreglar su situación”.

Mapho Maboi

Y creo que el mensaje de Prem no es solo aplicable a Sudáfrica sino a todo el mundo, porque vivimos en una sociedad muy violenta. Así que, cuando alguien te enseña que: “La paz es parte de tu vida. La paz no es algo que se persigue o que se puede buscar externamente. Es algo que encontrarás dentro de ti”. Creo que… eso ayudará a mucha gente.

DJ Fresh

Soy Sands y estamos en la Metro FM con Tigi, seis-cuarenta. Bienvenido al desayuno fresco. Cada miércoles hablamos de resolución de conflictos con la esperanza de ofrecerte herramientas que te ayuden a resolver los conflictos que tengas. En nuestro programa matinal queremos darle la bienvenida a Prem Rawat. Él ha recibido el Premio Internacional por su Trayectoria de Logros, un galardón que previamente solo se le ha concedido a tres personas en el mundo, incluido Tata Madiba e Hilary Clinton. Las enseñanzas de Prem Rawat se basan en que la necesidad del individuo de sentirse pleno puede lograrse mirando hacia adentro para establecer contacto con una fuente constante de paz y dicha. Él tiene millones de seguidores de todo el mundo y hoy está aquí con nosotros en Sudáfrica. “Buenos días, señor“.

Prem Rawat:

Buenos días. Me encanta estar aquí con ustedes.

DJ Fresh:

Puedo llamarle “señor” No sé bien cuál es el protocolo para dirigirme a Ud.

Prem Rawat:

Puedes llamarme Prem.

DJ Fresh:

¿Cómo está?

Prem Rawat:

Muy bien ¿y tú?

DJ Fresh:

Estamos bien. Por favor, antes de empezar, denos una breve reseña de dónde surge la inspiración para sus enseñanzas.

Prem Rawat:

Bueno, no son enseñanzas. Durante cincuenta años he estado viajando por el mundo hablando acerca de la paz.

DJ Fresh:

Sí.

Prem Rawat:

Y veo que las personas tienen una gran fuerza interior pero no saben cómo acceder a ella. Tienen muchas soluciones dentro de sí mismos pero no son conscientes de ello. Y como Sócrates dijo mucho tiempo atrás “conócete a ti mismo”, ese conocimiento tiene hoy más valor que nunca porque estamos muy distraídos.

DJ Fresh:

¿Por qué crees que no conseguimos conocernos a nosotros mismos y consecuentemente afecta a nuestra manera de relacionarnos con los demás?

Prem Rawat:

Bueno, por supuesto, debido a que no nos conocemos a nosotros mismos nos enfocamos en lo de afuera. Tratamos de buscar afuera aquellas cosas que en realidad tienen que venir de adentro, por ejemplo, la paz. Buscamos la paz en el mundo externo. Y no la encontraremos ahí. Porque no está ahí.

DJ Fresh:

Claro

Prem Rawat:

La encontrarás dentro de ti, y solo si sabes mirar hacia adentro y sabes conectar contigo mismo. Eso es exactamente lo que significa “conócete a ti mismo, encuéntrate a ti mismo, se tú mismo.”

DJ Fresh:

¿Desde qué edad crees que podemos empezar a hacer introspección, a mirarnos a nosotros mismos de esa manera?

Prem Rawat:

Bueno, digamos que es como que: “imitamos lo que vemos que hacen otros”. Desde muy temprana edad empezamos a emular a nuestros padres, miramos al mundo que nos rodea y lo imitamos. Y cuando ese mundo externo empieza a complicarse también nosotros nos volvemos complicados. Pensamos: “Bueno, me enfocaré en lo de afuera, porque ahí está todo. Quiero esto, quiero aquello y aquello también”. Y de golpe vemos a nuestros padres y a la gente que queremos todos atrapados en la codicia, y así es como la codicia también nos atrapa.

DJ Fresh:

Prem Rawat:

Y todo esto empieza a una edad muy temprana porque es entonces cuando se siembra la semilla. Y es muy muy importante entender que debemos crear un ambiente donde nuestros niños puedan crecer independientemente, libres de las influencias que nos están contaminando. A nosotros no nos gustan, no nos gustan, pero no hacemos nada para cambiar a las nuevas generaciones, decirles: “No necesitan meterse en todo esto”.

DJ Fresh:

Pero en la práctica, ¿cómo rompemos con ese ciclo?

Prem Rawat:

Entendiéndonos a nosotros mismos, de verdad, esta es la forma más práctica. Obviamente: con mis ojos puedo ver tu cara y la cara de todos, pero si quiero ver mi cara, no puedo verme con mis ojos. Necesito un espejo. Ese espejo nos permite conocer nuestra apariencia, ese espejo se vuelve nuestro conocimiento. No una creencia, no tenemos que creerlo. Conocer es algo tan poderoso. Conocer es muy poderoso porque cuando sabemos nos volvemos creyentes de verdad. Ya no es cuestión de creer en esto, creer en aquello y lo de más allá. Estamos esperando que llegue un ángel, que se abran los cielos y baje un ángel, y yo le digo a la gente “El ángel ya llegó; tú eres ese ángel y tú has venido a salvarte a ti mismo, sálvate, sé tu ángel”

DJ Fresh:

Eso, hazte responsable de ti mismo.

Prem Rawat:

Hazte responsable de ti mismo, entiéndete, conócete, sé tú mismo.

DJ Fresh:

¿Es tan simple como lo dices?

Prem Rawat:

Bueno, todo depende de cuán largo sea tu camino de vuelta a casa, de cuán lejos de tu hogar te hayas ido, así que dependiendo de lo lejos que nos hayamos ido, eso nos tomará regresar. Y por supuesto que es simple, porque es el camino de regreso a casa, a tu hogar. Tú eres tu hogar. Tú siempre serás tu hogar. Y tú necesitas conocerte a ti mismo. Sabes, cuando tienes un mapa enorme delante de ti con un montón de nombres de lugares por aquí y por allá, si no sabes dónde estás en ese mapa, el mapa no te servirá de nada. Lo primero que tienes que saber es donde estás tú en ese mapa.

DJ Fresh:

Si un niño de cinco años viene y te dice: “Tío Prem, tío Prem, ¿quién eres?” ¿Qué haces? ¿Cómo explicas tu labor y quién eres a un niño de cinco años para que él lo entienda?

Prem Rawat:

A mi hija le preguntaron eso una vez y contestó: “Él viaja alrededor del mundo y le habla a la gente.” Pero la mejor manera de explicarlo sería: tengo este sentimiento y tengo el regalo de poder hablar de esa paz y compartir este regalo.

DJ Fresh:

Sí.

Prem Rawat:

Porque si tú no das un regalo deja de ser un regalo, por eso quiero entregar el regalo que se me ha dado, de hablarle a la gente de la paz para que ellos piensen en ello. Eso es todo lo que tengo que hacer. No tengo que llevarlos de la mano ni nada de eso. Solo facilitar que ellos empiecen a pensar acerca de sí mismos, acerca de la posibilidad de sentir paz en sus vidas y eso es más que suficiente para que el árbol empiece a crecer.

DJ Somizi:

Hablemos un poco acerca de tu filosofía, especialmente acerca del amor. La gente, la mayoría de la gente pelea cuando tiene una relación conflictiva, eligen pelear incluso físicamente si hay un conflicto en la relación. ¿Podrías describir como deberían manejar una situación así? Puede la paz interior jugar un papel importante para poder distanciarte y decir: “¿Sabes qué? Yo siento paz incluso en medio de este conflicto”

Prem Rawat:

La paz siempre juega un hermoso papel en todo, pero permite que lo exprese de esta manera: ¿Te enamoras de otra persona? ¿O te enamoras de tus expectativas acerca de esa persona? Porque si te enamoras de esa persona entonces amarás a esa persona y ahí no habrá conflicto, pero si te enamoras de las expectativas que tienes de esa persona, seguramente llegará un punto en el que aparecerá el gran conflicto, un conflicto serio.

DJ Fresh:

Entonces, si soy una persona, digamos, alguien con baja autoestima o inseguridad, que piensa: “como me has hecho daño antes, puede que vuelvas a hacérmelo”. Entonces cuando veo a mi pareja con otra persona, o simplemente la veo hablando con otra persona, pierdo los nervios, incluso puedo ponerme violento. ¿Cómo puedo evitar eso? ¿Aplicando lo que nos dijiste?

Prem Rawat:

Es muy, muy simple. Se llama la ley de atracción. Una flor solo le ofrecer a la abeja su néctar y la abeja viene desde muy lejos a revolotear sobre la flor. Tú tienes que estar lleno, completo, fuerte, tienes que ser quien realmente eres y eso es lo que te hace atractivo. No será tu Porsche quien lo haga. Ni tampoco tus ideas. Ni ninguna otra cosa. Quiero decir, el Porsche es muy lindo, pero tú puedes ser mucho mejor. Puedes ser esa flor y te volverás atractivo.

DJ Fresh:

Pero, ¿cómo puedo empezar a ser esa flor?

Prem Rawat:

Primero conociéndote a ti mismo, siendo quien realmente eres. Por ejemplo, en un bosque ves árboles y a veces ves una enredadera cubriendo la misma planta que la sostiene y, ¿qué sucederá? El árbol morirá y luego morirá la enredadera; ambos acabarán perdiendo. Si quieres ser un ganador sé la flor que se ofrece con solidez, conociendo su poder. Ven sin expectativas y ofrece amor. Amor, compañerismo, y entendimiento mutuo. Si no, cuando las expectativas se entrometen, todo acaba en pelea, pelea y pelea.

DJ Somizi:

Nosotros te escuchamos y a veces pienso: “¿cuándo se llega a un punto en el que se deja de ser realista? Porque hay cosas a las que tienes que responder de forma cierta, como ¿perdiste el vuelo? No responder diciendo “no importa”.

DJ Somizi:

Como ayer, yo estaba en mi casa, tratando de relajarme, porque me gusta eso de la paz interior, encendí unas velas y me senté a esperar, y estaba ahí pensando: “¿cuándo voy a volver a la realidad?” ¿Cuándo el ser realista ante ciertas situaciones va a ser también parte de la paz interior?

DJ Fresh:

Y si puedo agregar algo, para algunas personas la paz no es necesariamente una solución. Dicen “me siento mejor después de haber gritado”. O “me siento mejor por haberme enfrentado a ese tipo que estaba cortejando a mi esposa”. ¿Qué le dices a esa gente que siente que soltando la rabia es como encuentran su paz interior?

Prem Rawat:

Sí, visito muchas prisiones y veo gente que hizo exactamente eso. Les hablo y no te imaginas lo arrepentidos que están. Pero no he conocido a nadie en esas instituciones que haya propiciado a la paz y luego se haya arrepentido por haberlo hecho. Hay un falso concepto acerca de la paz, una idea errónea de que cuando sientes paz te vuelves un vegetal. La paz es dinámica, la paz es emocionante, la paz es maravillosa, grandiosa. Hay personas que piensan: “Si siento paz me volveré un vegetal sentado en alguna montaña, mirando velas todo el día.”

Bueno, eso no es paz, eso es solo la idea de alguien acerca de un entorno agradable. Estamos en un lugar junto al océano, con el sol poniéndose, no hay viento, hace un día hermoso y decimos “cuánta paz hay”. Eso no es paz, porque en un segundo el viento puede empezar a soplar. Y ese sol que está creando esa hermosa luz ¿sabes lo violento que es el sol? ¿Sabes lo violento que puede ser el océano? Se puede tragar lo que se le antoje. La paz está dentro de ti. La paz es emocionante, la paz te hace sonreír. Y cuando un ser humano es fuerte, eso lo hace muy atractivo. Cuando el ser humano es débil busca cosas exteriores que le llenen, buscan a otras personas. “Tú lléname, tú llenas esta parte de mí, tú me completas”. Y cuando esa persona no puede hacerlo, ahí es cuando empiezan los problemas.

DJ Fresh:

Así que, llena tu propia copa.

Prem Rawat:

Primero llénate, siéntete pleno. Si estás lleno entonces la relación tendrá sentido, de otra manera no lo tendrá.

DJ Fresh:

O sea, lo que necesitas no es aprobación.

Prem Rawat:

No necesitas aprobación y esto es muy importante, es muy importante.

DJ Fresh:

Prem Rawat está en nuestro país. Desafortunadamente se nos acabó el tiempo, pero tal vez logres encontrarlo en algún otro lugar. ¿Dónde estarás y por qué estás aquí?

Prem Rawat:

Estaré hablando en Ciudad del Cabo el día 20, en el Centro Internacional de Convenciones y en esa ocasión el tema será “Liberar la esperanza”, eso es muy importante. Yo amo a África, amo a la gente de aquí porque sí, hay una crisis, pero la superarán.

DJ Fresh:

¿Qué les dirías a nuestros líderes que creen que no hay una crisis?

Prem Rawat:

Bueno, que abran sus ojos, que abran sus ojos y miren alrededor. Y la gente necesita empezar a mirarse a sí mismos no a sus líderes. Las calificaciones del boletín de notas de los líderes del mundo básicamente son: “cero, cero, cero”, tal vez alguno que otro aprueba aquí o allá. Pero la mayoría ha fallado, fallado, fallado. Yo viajo por el mundo y le digo a la gente: “No esperen por los líderes. No esperen a ese ángel que vendrá del cielo. Tú eres ese ángel. Sé tú el líder. Conviértete en el líder de tu vida. Tú.

Prem Rawat:

Y puedes lograrlo. Puedes hacer que ocurra y cambiar esa dinámica.

DJ Fresh:

¿Dónde puede encontrarte la gente en internet?

Prem Rawat:

Me encontrarán en Timelesstoday.com

DJ Fresh:

Timelesstoday.com, timelesstoday.com. Damas y caballeros, Prem Rawat está saliendo del edificio.

En Confinamiento, Día 40 00:18:16 En Confinamiento, Día 40 Video Duration : 00:18:16 con Prem Rawat

Confinamiento – Día 40

Hola a todos. Espero que estés bien. Nos acercamos rápidamente al momento de tener listo el Programa de Educación para la Paz (PEP) para que lo veamos. Consiste en 10 capítulos diferentes y el primero es “La paz”. Creo que he hablado mucho sobre la paz pero todavía se sigue malentendiendo. Porque vivimos en un mundo que se ha dedicado a definir las cosas para nosotros. Y tomamos estas definiciones y se las aplicamos a todo. ¿Qué significa cuando ves a alguien por la calle, que no es de cierto lugar o de cierto país? Nuevamente aquí entran las definiciones, las ideas, los conceptos.

Y cuando miras a esa persona todas esas cosas están en marcha, se desencadenan. Así que, lo mismo sucede cuando se trata de la paz. ¿Qué es la paz? ¿Qué es lo infinito, qué es la claridad? Cualquiera de estas cosas dispara un montón enorme de elucubraciones sobre aquello de lo que se está hablando. Pero la paz de la que hablo no es la que es creada o que es consecuencia de algo. Cuando dos personas se pelean y de repente lo dejan se puede decir que ya llegó la paz, que hicieron un alto el fuego. Pero esa no es la paz de la que hablo.

Vas a un lugar hermoso, lindo, un lago, un bello bosque... las personas se van de campamento a estos lugares maravillosos y sé que algunas lo primero que dicen es: “Es tan pacífico”. Pero eso solo es la ausencia de ruido, la ausencia de todo lo que escuchas cuando estás en la ciudad. Esa no es la paz de la que hablo. ¿Cuál es la paz de que hablo? En ti... y tú conoces muy bien tus tormentas, que no son algo divertido y que te han sacudido bastante a veces, en algunos casos ha sido grave.

Lo veo constantemente, las cosas no salen como tú quieres. Estás cansado, algo anda mal y además recibes malas noticias: “Esto es demasiado, no lo puedo gestionar, esto me sobrepasa...” Y ahí vas. Bueno, pero luego, dentro de ti, está lo opuesto de eso. Algo que es capaz de ver el mundo en su totalidad, su funcionamiento y todo lo demás de una forma muy desapegada, que es capaz de observarlo tal cual es. No como debería ser, sino como es. Suceden cosas, y eso ni es bueno ni malo. No es que te resulte indiferente, pero tienes la distancia suficiente para contemplar tu existencia.En esta vida, en este mundo, tal y como es. Ni buena ni mala.

Alguien de hecho, me escribió esto: “¿Cómo es que la naturaleza es tan cruel? Hoy salvé a un bichito de las garras de una araña porque quedó atrapado en su telaraña”. Y estuve pensado en ello. ¿Es así? Si, lo es, lo es. Y yo no tengo que juzgarlo, es lo que es. Los insectos comen insectos, los peces comen peces, los animales comen animales. Sucede. ¿Es algo bueno?

¿Por qué tengo que ponerme el sombrero de juez en cada fiesta? ¿Porque se divide todo en bueno y malo? Porque así me lo han enseñado: las cosas son buenas o malas, he perdido la capacidad de admirar algo por su valor en sí, tal como es. Mirar a la Luna y admirarla por lo que es. No por lo que no es, lo que podría ser o podría haber sido, sino simplemente tal cual es. No todo el mundo tiene esta capacidad: ver la lluvia y… no nos gusta la lluvia, a la mayoría no nos gusta. Es una lata, te arruina el día, pero simplemente verla tal como es.

Es un proceso natural que ocurre en el planeta Tierra durante mucho tiempo –gracias a Dios que sucede– y sin él la distribución de agua dulce no sucedería como debería suceder. Admirar algo tal cual es. Hemos hablado de los peces, de los animales y de las telarañas, pero ¿qué ocurre cuando mirar las cosas tal cual son se aplica a ti mismo? Que empiezas a ver, sin juzgar, una realidad muy sencilla que trata de ti. Que toca tu corazón, que te llena de satisfacción, que te hace decir: sí, siento gratitud. Siento agradecimiento.

Ya no vacilas ni batallas entre las preguntas y las respuestas, sino que entiendes la respuesta aunque no haya pregunta. La paz, para ti, se convierte en un viaje interior hacia ese hermoso lugar donde estás en presencia de lo completo, de lo total, de lo infinito. De ahí en adelante, ya no se trata de más o menos. Todo eso desaparece, lo correcto y lo incorrecto, todo eso desaparece. Ya no se trata del tiempo, ni de tus propios intereses, ni de tus definiciones, ni de esa impresora que llevas aquí arriba.

Presencias la hermosa y verdadera realidad. La paz, entonces, es ese sentimiento único que no es objetivo sino subjetivo para cada persona, se trata de lo que sienten. Y cuando ya no hay necesidad de querer describirlo, cuando no hay necesidad de decir: ven a ver esto... está más allá de ese umbral, simplemente es y lo aceptas. Lo aceptas porque es muy hermoso y está dentro de ti, porque eres tú. Lo aceptas porque es un regalo que has recibido. Y se acabó la dualidad.

La paz es ese lugar no lleno de definiciones, sino un lugar para sentir. Y eso es lo que tienes que entender acerca de la paz. Claro que de esto se habla más en el PEP, pero esta vez no se trata de palabras, sino que vas a tener que prestar atención y eso creará una gran diferencia. Y esa es la principal diferencia. Todo esto para apreciar, para poder apreciar lo que significa que estás vivo, que tienes esta vida. No entendemos siquiera qué apreciar, pensamos que deberíamos apreciar nuestro perro, nuestro gato, nuestro burro y no digo que no sea así, claro que sí.

Pero en la vida hay cosas más profundas dentro de ti que deberían ser apreciadas. Aprecia esta respiración, el aliento que entra en ti. Aprecia la existencia que tienes, aprecia cada día que estás vivo. Puede que esto suene muy sencillo, pero te diré algo: es un gran desafío lograrlo, porque no estamos entrenados para eso, nos entrenaron para apreciar lo de afuera. Desde una temprana edad, desde que éramos bebés, cuando nuestra mamá quería distraernos porque llorábamos nos mostraba un juguete, algo que hiciera ruido.

“Mira, mira, mira aquí, olvídate de lo que estás sintiendo, mira esto, esto es más importante”. ¿Acaso esto ha parado desde entonces? Ya no somos bebés. ¿Somos adultos? Hacemos cosas, pero ¿ha parado esto? No. Ahora no es la mamá la que nos muestra estas cosas, nosotros vamos a buscar las distracciones. Nos distraemos de apreciar lo que es, esta vida que es. Y es el regalo más magnífico que tendrás jamás. Cada aliento tiene un valor incalculable, cada momento, cada día, cada hoy que recibes es sumamente valioso. Es incalculable su valor y su importancia para ti en el ahora.

Y como lo he explicado antes, ¿qué es ese ahora? Ahora, es donde tus acciones van a tener lugar. Y esas acciones tendrán consecuencias buenas o malas. Eso es lo que está sucediendo, y si no lo aprecias te estás perdiendo toda una parte de tu existencia. Simplemente no le estás prestando atención porque no la aprecias. La apreciación, a pesar de que suene simple, no es como tomarse un batido, porque tienes que ver esas cosas que se mantienen ocultas a nuestros ojos. No es que lo estén, sino que nos las hemos ocultado al ponernos a mirar otras cosas.

Ahora, se trata de re-enfocarnos, de encontrar esas cosas que realmente podemos apreciar en nuestra vida. Si significan algo para nosotros. Desde adentro. No con las ideas o definiciones que nos han inculcado, una y otra vez: “debería ser así, debería ser asá...” No con ese tipo de apreciación, sino con la apreciación de las cosas simples, profundas y que son tan tuyas...y que son tan tuyas. Bien, también hablaremos de la fortaleza interior, de la fuerza interior. La única fuerza que conoceos es la del pensamiento o de los músculos: “Si, ese soy yo.”

La gente quiere ser poderosa, ¿de qué manera? Poder, poder, poder... el mundo se ha vuelto loco con él. La gente dice: “si tienes dinero tendrás poder”, “si tienes buenos músculos tienes poder”, “si tienes un cerebro muy grande tienes poder” ¿Cuál es tu fortaleza interior? La fuerza interior no se puede medir con los músculos o con el pensamiento, no se puede medir así. Tu fuerza interior es la de tu claridad, de tu comprensión, lo que sientes, de tu alegría, de ti...Tu fuerza, tu verdadera, verdadera fortaleza.

La fuerza que te puede impulsar hacia delante, la fuerza y el valor que necesitas en tu vida para avanzar cuando todo te está diciendo “no, se acabó”. Porque el mundo está muy bien definido cuando se trata de eso: “¿has hecho eso? se acabó”. Se necesita una increíble fortaleza interior, para decir: “Yo sigo adelante. Voy a seguir adelante sin importar todo lo que se interponga en mi camino para frenarme”. De todo esto vamos a estar hablando. Conocimiento de uno mismo. Saber quién eres, volverte consciente de que no eres solo una olla hirviendo con ideas y pensamientos en tu cabeza.

Hay mucho más sucediendo: tienes un corazón, tienes sentimientos, tienes comprensión, tienes sed, anhelos, tienes tus necesidades y necesitan ser satisfechas. Y realmente se reduce a que te conozcas a ti mismo. Otros temas sobre los que vamos a hablar son claridad, comprensión, dignidad, elección, esperanza y satisfacción.

Y, brevemente, con respecto a la esperanza... no hablo de la esperanza de cruzar los dedos y esperar que todo salga como queremos. Eso no es esperanza, eso es simplemente hacerse ilusiones.

Como cuando compras un billete de lotería y dices: “ojalá que salga el número, ojalá que salga”. Esa no es la esperanza de la que hablo. De la que hablo es de una de las cosas básicas que necesitas en tu vida que, claro, tienes que reconocer para que sea satisfecha. Tener la esperanza de seguir adelante cuando las cosas no están claras, cuando todo está un poco confuso o no lo tienes todo. Que algo venga y te diga: “Sigue adelante. Sigue adelante y sentirás que se abre tu camino hacia esa realidad.”

 Yo podría seguir hablando de todo esto, pero esperemos a que llegue el PEP. Creo que va a ser muy divertido y se está acercando más y más. Espero que continúes disfrutando, yo me tengo que preparar para el PEP. Quiero recordarte que hemos preparado unos videoclips que se van a mostrar todos los días hasta que empecemos con el PEP, y yo volveré con él.

Es realmente maravilloso y divertido, es bastante cansador… pero poder hablar de esto, poder hablar sencillamente acerca de estas cosas hermosas de las que hablo cuando viajo. En estas circunstancias podemos ir más allá, podemos ir más allá de la fealdad del coronavirus, podemos ir más allá de la fealdad de todo esto y llegar a un lugar hermoso que está en nuestro interior. Así que tu viaje da toda la vuelta y vuelve hacia ti. Qué hermoso es que vuelva a ti.

Cuídate, mantente bien, mantente seguro y, lo más importante, sé. Gracias

Confinamiento, día 39 00:20:38 Confinamiento, día 39 Video Duration : 00:20:38 con Prem Rawat

Confinamiento – Día 39

Hola a todos. Espero que estén todos bien. Y tomándose las cosas paso a paso. Manteniendo la fluidez. Y el lema sigue siendo: “No contagies a nadie, ni te contagies de nadie.” Si puedes hacer eso, encontrar la forma de hacerlo, todo irá bien.

Hoy quiero hablar de algo y quizás sea apropiado introducirlo con esta historia. No es una historia común. Y hasta muchos pensarán que no es una historia. Está bien. Es la historia imposible. Un imposible que ha sucedido. Y, ¿qué es? Desafiando a toda la lógica y quizá incluso a las leyes de la física ha sucedido algo: el infinito, lo más asombroso, lo eterno, lo que no se puede crear ni destruir, ha llegado y está residiendo dentro de algo muy finito. Así que el infinito ha venido a residir dentro de lo finito. ¡Vaya! Si eso no va en contra de todas las reglas, no sé qué podría ir.

Primero, ¿dos cosas que ocupan el mismo espacio, al mismo tiempo? Por supuesto que sí, rotundamente sí. Y luego, el infinito, que no tiene límites, que no tiene principio ni fin, que nunca fue creado, que jamás será destruido, que fue, es y será, está residiendo dentro de lo que no fue, es y no será. Eso es lo que está pasando. Esa es la pequeña historia. Y sucedió. Si no me crees, mírate a ti mismo. Tú eres la prueba de que sucedió. Sucedió. Y mientras esta respiración entre en ti, sigue sucediendo.

Un día, dejará de ser así. Los dos se separarán. El infinito será y lo finito se descartará, regresará a los elementos de los que provino. No podrá hablar, ni amar, ni festejar, ni reírse, no podrá ser. Todo se detendrá. Esto es lo que puedes hacer: reír, sonreír, estar en paz, vivir tu vida con consciencia; puedes conocerte a ti mismo, puedes tener un corazón lleno de gratitud, puedes tener bondad, puedes amar, perdonar, comprender.

Estas son las cosas que puedes hacer. Cada una de ellas, increíblemente noble, increíblemente hermosa. No solo enriquecen tu vida sino la de todos a los que llegas con ellas. Esta es la posibilidad que ha cuajado en esta pequeña historia, en la que lo infinito y lo imposible, lo finito, se han unido. Han unido fuerzas para hacerte a ti.

Esto es lo que está sucediendo. Sé que tienes tus problemas. Que a veces estás enterrado en tus problemas y tus asuntos, en esto, en aquello, y te preocupas de las cosas. Pero, por favor, mira esta posibilidad. Mira lo que es esto. La unión de las dos cosas más imposibles: lo finito y lo infinito. Y cuando esto sucede, ninguno de ellos pierde su naturaleza. Lo finito sigue siendo finito y lo infinito sigue siendo infinito. No pierden sus personalidades, lo que son, su significado. Siguen intactos, pero se unen y se fusionan.

Y una posibilidad que definitivamente se abre cuando esto sucede es la posibilidad de que tú puedas experimentar ese infinito. ¿Cómo es esa experiencia? Obviamente esta es una pregunta muy inapropiada, pero, ¿cómo es esa experiencia? Por supuesto, que es inapropiada, pero preguntemos de todos modos, ¿verdad? Y claro que no soy el primero que lo dice, pero es la experiencia de la alegría, de la dicha suprema, la experiencia que te llena. De hecho es la experiencia de la paz. De eso se trata.

Ahora lo realmente esencial empieza a ser que esta historia imposible ha de tejerse. Porque esto ya sucedió, pero ahora se tiene que tejer. Y lo que se teja ha de ser algo bueno. Y eso será tu historia. No digo que la gente vaya a recordar tu historia, pero tú sí la recordarás, la conocerás. Tú sabes cómo ha sido esta historia hasta ahora, lo que ha sucedido, cómo has sobrevivido, cómo has vivido tu vida, lo que te preocupa, lo que te asusta. Eso lo sabes tú: lo que te borra la sonrisa; lo que piensas de lo demás y de ti mismo. Esas cosas tú las sabes.

Y, ¿cómo quieres que se teja tu historia? ¿Quieres que sea una historia de alegría, de triunfo? ¿O quieres que esta sea la historia de la guerra perdida? No de la batalla perdida, de la guerra perdida. La guerra contra la oscuridad, contra todas esas cosas que me distraen. Estás librando una guerra todos los días contra los elementos que te distraen de lo que la posibilidad es. Y nos sentamos aquí, intentando legitimar todo eso.

Tratamos de legitimar nuestra preocupación, nuestra inquietud, nuestra pena, nuestro dolor, todas esas cosas. No sé cuánto tiempo llevamos haciéndolo. Y la gente dice: “Seamos prácticos.” Bien, seamos prácticos ¿Usarías tu automóvil como pala? No. Un automóvil sería una pala horrible. El automóvil se supone que es un automóvil, algo que puede transportarte del punto A al punto B. para eso se hizo. Si tratas de usar un avión como automóvil sería un automóvil terrible. Sería complicado moverlo. Muchos aviones tienen esa configuración de triciclo. Se desplazaría con muchísima dificultad. Y esas alas enormes, estarías golpeando siempre algo. La visibilidad no es muy buena. Y el motor no reacciona, porque tiene que producir propulsión, es la única forma de avanzar. Pero, ¡como avión! El automóvil no puede ser un avión y el avión no puede ser un automóvil. Aunque hoy en día hacen estos aviones que pueden funcionar. Pero siguen siendo torpes, muy torpes.

Así que, ¿cuál quieres que sea la historia? Tienes que pensarlo: ¿cuál quieres que sea la historia? ¿Cuál quieres que sea la posibilidad? ¿Quieres apreciación en tu vida? ¿Quieres alegría? ¿Quieres paz? ¿Quieres entendimiento en tu vida? ¿Quieres estos elementos ricos en tu vida, elementos que realmente hacen que la vida de cualquiera sea un placer, una alegría? ¿O quieres todas las cosas de las que te preocupas todos los días? Y no es que consigas nada con preocuparte, pero ahí estás, preocupándote.

Porque en este mundo físico en el que vives tus acciones cuentan. Es lo único que cuenta. No lo que piensas. Eso no cuenta. Si vas conduciendo un auto y de repente chocas contra el que va delante. Y el policía te pregunta: “¿Qué pasó?” Y le dices: “Bueno, pensé frenar.” Eso no cuenta. Pensar no cuenta. Frenaste o no frenaste, eso es lo que cuenta. Y si no frenaste, entonces la culpa es tuya. La pregunta, por tanto, no es “¿qué piensas?”, sino “¿qué vas a hacer al respecto?” ¿Cuáles son las cosas que tienes a tu disposición, que conoces, que sabes que puedes contar con ellas, que sabes que funcionarán?

Y cuando digo esto que dijo Sócrates hace tanto tiempo: “Conócete a ti mismo”. El contexto no era: “Sí, bueno, mejor que llegues a conocerte a ti mismo, ya que intentas conocer a todos los demás.” No. El contexto era: “Es muy, muy importante que te conozcas a ti mismo.” Es una pieza muy importante del rompecabezas. Si no te conoces a ti mismo no estás captando la imagen. Como en la historia que hemos urdido hoy, en nuestra historia, conocemos a todos los demás: a esta persona y a la otra. Pero, cuando se trata de nosotros mismos no sabemos. No sabemos. No sabemos quiénes somos, no sabemos la posibilidad que tenemos. Y a mí siempre me ha ayudado verlo desde la perspectiva de: “¡Vaya! Lo infinito está dentro de mí, y esto es lo finito, y tengo la posibilidad de relacionarme con lo infinito que tengo adentro.” Infinito es una palabra muy grande.

¿Qué es el infinito? Se siente pero no se define. Algo que puedo sentir, algo que me trae una felicidad muy diferente a la felicidad que experimento en el mundo. Por supuesto que soy feliz de ver a mis perritos, de ver a mis hijos, a mis nietos, feliz de ver a mi familia. Pero hay otra felicidad. Otro tipo de felicidad: conocerme a mí; conocer y sentir el infinito que hay en mí. Esa es la posibilidad. Sea cual sea la historia que yo haya tejido hasta este momento en mi vida.

A veces siento que me vida se ha pasado en un destello, en un instante. Yo soy una de esas personas que ha sido muy fotografiada durante toda mi vida, así que tengo muchas fotos de todas las etapas de mi vida. Hay una foto mía de cuando era un bebé, y recuerdo cuando me hicieron esa foto. Y aquí estoy. Y, ¿de qué trata todo esto? Estoy muy agradecido de tener ese contacto, de poder ir adentro, de experimentar ese infinito. Eso supuso un enorme cambio para mí. Poder entender la belleza de todo ¡Caramba! Parte de todo lo que es tan maravilloso, tan increíble. Eso también me ha tocado a mí. Y eso es lo que cuenta.

No es que yo no tenga problemas. No es que no me sucedan cosas malas. Por supuesto que me suceden. Pero las cosas buenas están sucediendo siempre también. ¿A cuáles me quiero aferrar en mi vida? Es una decisión que tengo que tomar todos los días: ¿a qué me quiero aferrar?; ¿qué es lo importante para mí?

De eso trata esta historia. Tiene que ser así. Y así debe ser tu historia. No de la otra forma. Porque todas esas cosas que piensas que cuentan en tu historia, que lograste esto, aquello y lo de más allá, no cuenta. Eso no cuenta. Lo que cuenta es esa alegría que llevas en el corazón. La apreciación, la claridad que llevas en el corazón; la paz que llevas contigo adondequiera que vayas. Eso es lo que cuenta. Eso es lo importante.

Esta mañana estaba recopilando unas cifras: los casos de coronavirus en el mundo están en 3.099.395. Muertes en el mundo ha habido 213.621. Y esa cifra va aumentando continuamente. Personas que se han recuperado: casi un millón, 943.940 recuperados. En los EEUU hay más de un millón de personas contagiadas, 1,016.692 casos; total de muertes: 57.132; total de personas recuperadas: 39.834. Por supuesto, estas cifras van cambiando.

También consulté en Wikipedia las cifras de la gripe española, también conocida como la pandemia de la gripe de 1918. Fue un virus muy letal. Murieron muchas personas. Se calcula que murieron de 17 a 50 millones de personas, y que pueden haber sido hasta 100 millones. Una de las pandemias más mortíferas de la historia humana. A la India la golpeó con mucha fuerza; se calcula que en la India murieron entre 12 y 17 millones de personas. No había madera para incinerar a los fallecidos. De hecho, todo este asunto estuvo muy mal gestionado por el gobierno colonial que había en aquel entonces. Y fue eso lo que los impulsó a conseguir la independencia.

Así que esto que pasa ahora, no es que no haya sucedido antes. Ha sucedido en un ambiente mucho peor. He quedado estupefacto con algunos de los países que no están tomando ninguna medida. Y esto fue lo que sucedió en ese entonces.

De nuevo, lo principal de todo esto es: por favor, mantente cuerdo, mantente saludable, mantente bien; y sé. Es tu vida, tu existencia. Necesitas estar en alegría, porque sigue siendo una posibilidad. Ese matrimonio, la unión entre lo infinito y lo finito sigue sucediendo en tu vida, sean cuales sean las circunstancias externas. Tal vez no son agradables, pero dentro de ti hay algo muy agradable. Enfócate en lo bueno, es el momento de enfocarte en lo bueno. Muchas gracias. Hablaremos después.

En Confinamiento, Día 38 00:20:52 En Confinamiento, Día 38 Video Duration : 00:20:52 con Prem Rawat

Confinamiento - 38

Hola a todos. Espero que se encuentren bien. Hoy me gustaría contarles una historia que quizás refleje algunas de las cosas que están ocurriendo en el mundo. Obviamente la historia es de la India, en donde era bastante corriente que un maestro diera charlas a quien deseara escucharlo. Así que él y sus discípulos viajaban de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo. Preparaban un lugar para que el maestro pudiera hablarles y los que así lo deseaban pudieran escuchar.

Un día, mientras iban de gira de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad llegaron a una ciudad bastante grande. Se encontraban en las afueras de la ciudad y el maestro dijo: “Creo que nos instalaremos aquí, mientras tú le echas un vistazo a la ciudad y me cuentas lo que está sucediendo. Luego yo decidiré si nos quedamos aquí o nos vamos a otro lugar.” El discípulo estaba encantado. Se fue a la ciudad y para su grata sorpresa todo costaba exactamente lo mismo. Así que podías cenar… una cena costaba lo mismo que una banana o una uva. Un kilo o diez kilos de uvas costaban lo mismo que una uva. Podías comprar un automóvil por el mismo precio de una uva, podías comprarte una casa por el precio de una banana o uva. Todo costaba exactamente lo mismo.

Así que el estudiante volvió corriendo a contarle a su maestro: “Hemos encontrado una mina de oro. Este es el lugar perfecto. Quedémonos. Este es un lugar maravilloso. Todo cuesta lo mismo: una banana cuesta lo mismo que una uva.” El maestro le preguntó: “¿Y cuánto cuesta?” Él dijo: “¡Solo un centavo! ¡Todo cuesta solo un centavo!” El maestro dijo: “Vámonos de aquí. Esto no es una buena señal. No es un buen lugar para quedarse.” El discípulo dijo: “No, no. Es el lugar perfecto. Tengo muy poco dinero pero con lo poco que tengo puedo vivir todo el tiempo que quiera.” El maestro dijo: “Mira, yo no me puedo quedar aquí, tengo que continuar, pero si en algún momento te llegas a encontrar en una situación complicada, si estás en apuros, acuérdate de mí y yo vendré e intentaré salvarte.”

El discípulo estaba extasiado: “¡Qué bien!” El maestro siguió su camino y se fue al pueblo siguiente. Y el discípulo se quedó pensando: “Yo me quedo aquí. Esta es la mía”. Bueno, después de haber estado ahí cuatro o cinco días, un domingo por la mañana en el que el pueblo estaba bastante vacío, iba caminando por la calle y mientras caminaba lo arrestaron. Él preguntó: “¿Por qué me están arrestando?”.

Le empezaron a explicar por qué lo arrestaban. Le dijeron: “Mira, lo que ocurrió es que había un hombre que llevaba sus cabras a pastar y mientras las llevaba por la calle, un balcón cayó y mató a una de las cabras. Así que el pastor quería asegurarse de que lo compensarían por ello. La noticia llegó al rey y éste inmediatamente instruyó al dueño de la casa cuyo balcón se había caído a que le pagara e hicieras las paces con él. Pero el dueño de la casa dijo: “Su Majestad, no ha sido mi culpa. Yo no construí el balcón. Yo lo pagué, es mío, pero no lo construí. Obviamente el error es del hombre que construyó el balcón.”

Así que el rey dijo: “Llámenlo a él.” Llamaron al albañil y le dijeron: “Fuiste tú.” Para entonces el rey estaba ya bastante molesto y le dijo al albañil: “O le pagas a este hombre o te vamos a matar.” El hombre dijo: “No puedo, no tengo ese dinero. Pero tampoco es error mío que se haya caído del balcón, sino del hombre que le puso demasiada agua a la mezcla; cuando le dije que pusiera agua, accidentalmente le puso demasiada.”

Así que el rey dijo: “Bueno, llamen al que hizo la mezcla.” Lo trajeron y el rey le dice: “Tenemos que matarte.” “Y ¿por qué?”. “Porque has puesto demasiada agua en la mezcla, lo cual hizo que el balcón quedara débil. El balcón se cayó sobre la cabra y la mató; y de alguna manera a esta persona hay que compensarla. Así que te vamos a castigar y te vamos a matar.”

El hombre dice: “Pero no fue culpa mía. Fue culpa del hombre que me vendió una cabra demasiado grande. Con la piel de esa cabra hice un odre (así es como se cargaba el agua) y era demasiado grande; eso fue lo que pasó. Así que no es mi culpa.”

Bueno, vamos a llamar al hombre que te vendió la cabra. Llamaron a ese hombre y le dijeron: “Te vamos a matar.” “¿Por qué?”. “Porque le vendiste a este hombre una cabra demasiado grande, que causó que la mezcla estuviera aguada, lo cual debilitó el balcón que se cayó sobre la cabra de este hombre y la mató. Así que estamos haciéndole justicia.”

Y dice el hombre: “Pero no es mi culpa. Es culpa de su general, porque este hombre había elegido una cabra del tamaño correcto y luego apareció su general cabalgando y todas las cabras se espantaron y dispersaron, en la confusión me equivoqué de cabra. Así que llame a su general y cuélguelo a él.”

El rey entonces hizo llamar al general y le dijo: “Te voy a tener que colgar”. “Pero yo no he hecho nada malo”. “Sí que lo hiciste. Cuando montabas a caballo el otro día espantaste a las cabras, por eso este hombre acabó llevándose la cabra equivocada y haciendo un odre demasiado grande, lo que aguó la mezcla de cemento; por eso el balcón no quedó estable, se cayó y mató a la cabra de este hombre. Y estamos haciéndole justicia.”

El general miró al rey y le dijo: “Pero, Su Majestad, soy su general. Usted no me puede matar a mí”. “¿Qué vamos a hacer? Sal el domingo por la mañana y a la primera persona que encuentres caminando por la calle, mátala”.

Y resultó que esa persona era el discípulo. Lo trajeron ante el rey y le explicaron toda la historia. Él se dio cuenta de lo que su maestro le había estado tratando de decir, que este no era un buen lugar. Y lo vio perfectamente, en ese momento su claridad fue completa. Antes no lo veía así de claro. Así que se acordó de que el maestro le había dicho que lo recordara y lo hizo. Le rogó: “Por favor, por favor, ¡ayúdame! Estoy metido en un gran lío. Tengo un problema”.

De alguna manera se presenta el maestro, lo mira, y le dice: “Sígueme la corriente. No me contradigas. Simplemente sígueme la corriente y observa.” Así que se estaban preparando, tenían el patíbulo listo, lo iban a colgar. El escenario estaba listo, todo el mundo estaba allí, una gran muchedumbre. El rey estaba presente. Cuando están a punto de llevarse al discípulo para colgarlo, el maestro, que estaba allí presente, dice: “Yo quiero que me cuelguen. Cuélguenme a mí. No a él. Cuélguenme a mí. Y el rey, al escuchar este alboroto no lo puede creer y le dice: “¿Estás bien de la cabeza? ¿Quieres que te cuelgue a ti en vez de a él?”

Y el maestro dijo: “En este preciso momento acaban de abrir todas las puertas del cielo. Es el momento más propicio, así que si me cuelgan a mí iré derechito al cielo.” El rey dijo: “¿En serio?” El maestro respondió: “Con total certeza.” El rey miró al verdugo y le dijo: “Cuélgame a mí. Yo quiero ir al cielo.” Y ahorcaron al rey.

La moraleja de la historia es que vivimos en un entorno donde las personas tratan hacer algo totalmente fuera de contexto… (y te fijas en la locura de todo, todas estas personas y todas estas ideas de cómo debería suceder esto y cómo debería suceder aquello). Estados Unidos es el número uno y se está acercando al millón de personas, superando prácticamente al resto del mundo.

Uno se pregunta lo que está pasando. Pero lo más importante es que para que haya cambios, esos cambios tendrán que partir de ti. De cada uno de nosotros. De cada uno de nosotros sobre la faz de la tierra. Muchas veces hablo del valor de cada persona. Y muchas personas que conozco me preguntan: “¿A qué te refieres con el valor de cada persona?”

Bueno, ahora que tenemos este coronavirus ya saben lo que es el valor de cada persona. Una persona puede contaminar a muchos. Una persona sola ya no es tan inocente, ni tan frágil, ni tan débil. Una persona puede tener un gran impacto. Puede ser un impacto negativo o un impacto positivo. Una persona que aporta su claridad, una persona que aporta su comprensión, una persona que quiere estar en paz, puede tener un impacto enorme sobre muchas personas. Y si cada una de esas personas también lo quiere puede ser determinante.

Quizás este sea el momento de reflexionar sobre ello: ¿Qué tipo de mundo queremos? Esto nos lleva directamente al Programa de Educación para la Paz. El PEP se trata de ti, de que puedas influir positivamente. En tu vida, por lo menos, puede ser determinante. También en tu existencia. Y te aseguro que va a mejorar la vida de muchas personas. Más de lo que te puedas imaginar.

Y comienza contigo. Es tan simple y profundo como puede sonar. Empieza contigo, con que tú comprendas, avances y des ese paso en tu vida. De responsabilizarte, de tu paz, de tu claridad, de tu apreciación por la vida. Que comprendas tu existencia. Si lo haces será una aventura, la aventura de ir a tu interior, el espacio menos explorado.

No está ahí afuera. Está aquí adentro. Realmente no sabemos quiénes somos. No conocemos nuestro potencial ni nuestras posibilidades. Es una pena, porque la mayoría de nosotros caminamos agobiados por todos los problemas y los conflictos y queremos pasar nuestro tiempo así. Si se trata de política, claro que sí, “¡hablemos de política!”

Abres un periódico por la mañana y está pasando esto y está pasando aquello y lo de más allá. No hay ni una noticia buena. “Este asunto va empeorando. Esta persona va de mal en peor. Aquella persona está diciendo aquella estupidez y la otra aquella otra”. Y te dan ganas de decir: “¿Para qué leo esto? ¿Qué tiene que ver conmigo?” Vivo en este mundo y necesito estar informado, estoy de acuerdo, pero al mismo tiempo, ¿entiendo el efecto que me causa?    

¿Debería no importarme lo que sucede en mi mundo o debería importarme? Lo que sucede en mi mundo. Pero mi mundo no empieza con el periódico sino conmigo. Y si a mí me importa lo que sucede en mi mundo, tiene que ser mi mundo. Que yo comprenda quién soy y viva mi vida conscientemente, con un corazón lleno de agradecimiento.

Así es como debe ser. Si no, vamos a estar en un mundo que hemos creado en el que decimos: “Ah, sí. Es casi así.” Puedes pasarte todo el día afuera, de compras, y no gastar ni un centavo, ni diez centavos, ni un dólar ni una libra. Todo se paga con tarjeta de crédito. Lo único que tienes que hacer es firmar y puedes comprar prácticamente lo que quieras, lo que te permita tu tarjeta de crédito. Prácticamente ya vivimos en una sociedad así. Así es la época en que vivimos.

Hace tiempo uno empezaba con diez o veinte dólares en la billetera. Y eso es lo que ibas a gastar, nada más. Eso es cordura, estar cuerdo. Ahí vas, y cuando se te acaban los diez, los cinco o los veinte dólares ya terminaste. No se gasta más.

Ahora no tienes ni idea de lo que estás gastando. Y sigues firmando y firmando. Y luego, ¿qué pasa cuando te llega la factura? Te produce angustia, te da dolor de cabeza, te da dolor de todo. ¿Por qué? Porque en ese instante pensaste: “Creo que lo voy a poder cubrir de alguna manera.” Y te pusiste a firmar, firmar y firmar.

La locura continúa. Y aquí se nos presenta una oportunidad de pensar. Al menos de pensar profundamente con la mente despejada. Sin presiones, sin todas las obligaciones, pensar profundamente cómo quieres ser.

Sí, están los problemas económicos, qué va a pasar con esto y qué va a pasar con aquello. Ya vimos lo que pasó: el gobierno libera un montón de fondos, ¿y dónde acaban? En manos de quien no lo necesita. Se lo quedan las instituciones financieras. Y a los que lo necesitan de verdad les dicen: “No. Para ti no hay.” ¿Perdón? ¿De esto se trata? ¿Ya no son las personas la prioridad? ¿Qué pasó? ¿Qué pasó? Son los seres humanos los que empezaron este sistema.

¿De pronto el sistema ha pasado de largo el ámbito humano y dice que los seres humanos ya no significan nada? ¿Cómo puede ser? Aquí hay pruebas irrefutables. Todos los dedos apuntan a que los seres humanos se han perdido. A que se han olvidado de lo que significa humanidad. Porque, si tuvieran humanidad nadie tendría que preguntarse, simplemente atrincherarse.

Y de alguna manera hay una gran abundancia de comida. Hay personas dispuestas a entregarla y la comida llegará.

Hay billones y billones dedicados a hacer desaparecer a las personas del planeta Tierra. Entonces, ¿por qué no podemos usar ese dinero para salvar a las personas de este planeta? Sin fijarnos en las fronteras, sino teniéndonos a todos en cuenta.

Son cosas para pensar. No estoy diciendo que esté bien o mal. Son solo cosas para pensar. Porque aquello que beneficia a los demás también, de últimas, nos beneficiará a nosotros. Cuando cuidemos de todos estaremos nosotros incluidos ahí. Así es como debería ser: primero los seres humanos. En nuestro sistema, en nuestras instituciones, primero los seres humanos.

Y como les he dicho a muchísimas personas, las organizaciones se reconocen entre ellas. Funcionan bien entre ellas pero no funcionan muy bien con las personas. Las organizaciones funcionan bien entre ellas. Cuando le pides a una organización que ayude a las personas se convierte en una organización como cualquier otra, y a las personas se las quita del medio. Si te fijas hay miles de millones y billones de dólares destinados a ayudar a las personas sobre la faz de la Tierra que uno se pregunta adónde van a parar.

Así que es muy importante que por lo menos pensemos. Que pensemos en el mundo que queremos, que pensemos en nuestro mundo comenzando verdaderamente por nosotros.

Mantente bien, mantente seguro. Y lo más importante, sé. Hasta luego. Gracias.

Confinamiento, día 35 00:25:10 Confinamiento, día 35 Video Duration : 00:25:10 con Prem Rawat
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