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Confinamiento, día 50 00:22:52 Confinamiento, día 50 Video Duration : 00:22:52 con Prem Rawat

Confinamiento – Día 50

Cuenta regresiva al Programa de Educación para la Paz

Hola a todos. Espero que estén todos bien. Y de alguna manera, prosperando, aún en estas circunstancias tan difíciles del coronavirus y con toda la locura que está sucediendo aquí y allá.

Quería aprovechar este rato para decirles lo que he estado haciendo. Primero, estaba muy cansado, necesitaba unos días de descanso. Eso fue lo que hice y me sentí muy bien. Y segundo, como podrán ver, he cambiado todo el arreglo. Eso llevó unos días.

Y lo más importante que he estado trabajando, como les dije, es el PEP. Estamos haciendo algunos cambios. Veremos cómo termina, pero estoy entusiasmado y deseando hacerlo.

Mientras tanto puedo también decirles algunas cosas que pueden ayudarles. Y una cosa que se me vino a la mente es muy interesante. Podrías estar sin agua durante dos o tres días. Pero con un poquito de agua puedes calmar tu sed. Puedes pasar hambre, no comer durante bastantes días, y con un poquito de comida puedes satisfacer el hambre.

Lo bueno en ti no es un tema de cantidad. Es si estás en contacto con eso bueno que hay dentro de ti o no. Si lo estás, es eso lo que hace falta.

Sí, es muy fácil ver solo todas las cosas confusas que suceden en el mundo. Y la gente está muy confundida. Algunas personas no ven la vida como prioridad. Ven la economía como prioridad. Por supuesto, es cosa de ellos cómo quieran verlo. Probablemente estén pensando que aunque vivamos, si no tenemos nada para comer, ¿cómo sería?

Así que, por supuesto, una cosa que sí es verdad es que este es un momento de incertidumbre. Y en esta incertidumbre, lo mejor que puedes hacer es fluir. Sigue la corriente. Acompáñala.

Es como si estás nadando en el mar y quedas atrapado en la resaca. Deja que te lleve, y después puedes dar la vuelta y regresar. Es igual, en este momento de incertidumbre hay muchas ideas que están surgiendo. Muchas noticias falsas. Hay mucho de “esta es la solución, aquella es la solución.”

Y lo más importante es este increíble deseo que tienen muchas personas de que todo pueda volver a ser como era antes. Porque, por alguna razón, todo estaba bien. Bueno, si todo estaba bien, ¿cómo acabamos en este aprieto?

Así que, en realidad, esta es una oportunidad de ir más allá de este “todo está bien.” Y llegar a un punto en el que se vean las cosas desde una perspectiva que de verdad beneficie a toda la humanidad.

Una cosa que veo ahora que es muy, muy importante es que tenemos que romper estos muros virtuales que hemos creado y tenemos que ver al mundo entero como una sola unidad, como una entidad.

Necesitamos mirar a todos los seres humanos que están sobre la faz de la tierra realmente como nuestra familia y reconocer que todos y cada uno de los seres humanos tiene algo positivo que aportar a este mundo.

Ahora bien, hay personas que definitivamente no son así. Para ellos es como “más, más, más”; “dame más, dame más.” Pero hay mucho que es bueno.

Y de eso hablaba yo. No se trata de la cantidad. Muchas personas piensan: “Bueno, es como una balanza y tienes que tener suficiente.” No. No tienes que tener más claridad que la suma total de la confusión que tienes. No es así.

Lo único que tienes que tener es claridad suficiente para que tú puedas ver con claridad, sin importar la cantidad de confusión que tengas. No tiene nada que ver con la cantidad. Tiene que ver con el simple hecho de que esté ahí.

Porque no es como si tienes un cuarto inmenso, digamos 150 metros cuadrados, y que necesitas una enorme linterna para iluminarlo. No, no hace falta. Puedes tener una linterna muy pequeña y esa linterna definitivamente puede iluminar un cuarto pequeño y puede ayudar a iluminar un cuarto grande.

Del mismo modo, en nuestras vidas, no es eso en que se meten muchas personas de: “Sí, tengo que tener esto y las cosas tienen que ser así, o tienen que ser asá.” Quizás en el mundo externo sea así pero en el mundo interno se trata de simplemente tener ese enfoque, esa claridad, ese entendimiento. Tener esa sed en tu vida de seguir adelante.

Y no siempre estamos en contacto con esa sed que tenemos. Necesitamos estar en contacto con esa sed que en su base, en lo fundamental, realmente tiene muchísimo que ver con cuáles son mis o nuestras necesidades fundamentales. Porque si no nos ocupamos de esas necesidades fundamentales, si no atendemos esas necesidades fundamentales, no va a funcionar toda la fórmula.

Bueno, una analogía. Preparas todo lo necesario para pasar un día de campo. Se te ocurrió salir al campo, es una idea maravillosa. Vas y encuentras un lugar maravilloso, increíble.

Tienes un buen mantel, un banquete y sandwiches, bocaditos, esto, lo otro... y por supuesto, bebidas riquísimas. Pero se te olvidó traer el abridor, así que no podrás acceder a todas esas bebidas buenísimas que trajiste.

Una cosa, un abrebotellas, tiene mucho que ver con que puedas tomar de ese líquido del que disfrutarías mucho, aunque nunca te vas a comer ni beber el abrebotellas. Jamás. Pero te da acceso a eso.

Tu corazón, tu entendimiento, es así. Entendiendo, entendiendo, entendiendo. Avanzando, avanzando, avanzando.

Es como una escalera. Subo un peldaño, luego el siguiente y el siguiente... Y cuando te das cuenta, estás subiendo y acercándote cada vez más a donde quieres llegar. Eso es lo que se necesita.

En nuestras vidas... la vida es sencilla. Nosotros somos sencillos. Nos hemos vuelto muy, muy buenos en pensar. Tenemos dos partes: una parte es el pensador, muy bueno para pensar; esa habilidad la hemos pulido durante muchas, muchas generaciones. Hemos escrito libros, hemos inspirado a otras personas a pensar.

Luego hay otra parte, igual de importante si no más; porque somos seres humanos. ¿Cuál es esa otra parte de nosotros? Es la parte que siente. Necesitamos sentir. Es una característica humana.

Podemos pensar, pero ya está. A menos que tomamos esos pensamientos y los convirtamos en acciones, no tiene sentido. Puedes estar pensando lo que estés pensando, pero no va a hacer nada.

Si tienes ahí un vaso de agua y tienes sed, piensas: “Sería maravilloso, buenísimo si pudiera tener ese vaso de agua.” Pero no has puesto tu mano sobre ese vaso, no te has bebido el agua y no se va a calmar tu sed.

No. Con un pensamiento no puedes. Y la gente lo intenta. Te dicen: “Piensa esto. Piensa de forma positiva. Piensa esto. Piensa lo otro.” Bueno, pensar positivamente no está mal, pero tarde o temprano tienes que encontrar lo positivo en tu vida para realmente sentir lo positivo.

Y lo hermoso es que lo positivo que necesitas sentir está dentro de ti. Está todo ahí. La paz que necesitas sentir está dentro de ti. La apreciación que necesitas sentir está dentro de ti. El entendimiento que necesitas sentir está dentro de ti. Estamos hablando de sentir, ¿ves?, no de pensar.

Esta es la esencia de lo que hablo. Muchas personas vendrán y te harán pensar. Bueno, yo también. Pero, al final de ese pensamiento... Quiero que pienses, pienses y pienses, y quizá te inspire a pensar de una cierta manera. Que pienses: “¡Por Dios, también necesito sentir!” Y que luego, posiblemente, realices algunas acciones que te conduzcan a sentir.

De esto se trata todo esto. De que necesitas sentir la paz. No solo hablar de ella, no tener una lista que dice: “He logrado esto, esto y aquello, así que debo estar en paz.” No. Tienes que sentir la paz.

Tienes que sentir el amor. No puedes decir: “Bueno, ya hice esto y esto y esto.”

Hay muchas personas que se preguntan por qué no les va bien en las relaciones. Bueno, la razón por la cual nos les va bien en las relaciones es porque piensan sus relaciones en vez de sentir el amor en esa relación. Si no tienes ese amor, se va a interrumpir. Todo va a parar. No lo puedes pensar. No funciona así.

En este momento hay personas que están confinadas, y para algunas personas la situación es bastante difícil porque están con personas con las que no se llevan muy bien. Bueno, esto no consiste en pensar, sino en sentir. Y tienes que aflojar para que pueda desarrollarse ese entendimiento y decir: “Bien, realmente amo a esta persona”.

Y ver lo bueno, lo bueno que hay en tu relación. No lo malo, sino lo bueno que hay en tu relación. Lo bueno que hay en ti. Y no es cuestión de cantidad.

Las personas quieren una cantidad, quieren “la misma cantidad de esto, la misma cantidad de aquello.” Eso está muy bien en tus pensamientos, pero en la realidad nunca va a ser así.

Piensas que hay personas que tienen miles y miles y miles de millones de dólares. Hay personas que ni siquiera pueden imaginarse tener esa cantidad de dinero.

¿Crees que esas personas son felices ahora que tienen todo ese dinero? No. Todos los días trabajan. Quieren más, más y más. Esa es la naturaleza de eso: “Quiero más y más.” Es así en el pensar.

En el sentir es a la inversa. En el sentir: “Yo siento. Siento amor, me siento feliz, siento satisfacción.” Y no se trata de más, sino de “me siento bien”. Ni siquiera se plantea eso de “más o menos”. Nunca se plantea. Sientes satisfacción y sientes satisfacción. Y no es “más”.

Si estás enamorado, estás enamorado. Y no hablas de “más, quiero estar más enamorado”. No. Estás enamorado y estás enamorado.

Y así tiene que ser, porque es así. Y es hermoso que sea así. Estas son las características de lo que puedes sentir en tu vida.

Así que pensar es bueno, pero también sentir. Y no puedes tener solo una de estas cosas en tu vida. Eso sería como tener un ojo cerrado todo el tiempo; no usar un oído, no usar la mitad de tu boca todo el tiempo.

No es como respirar por las dos fosas nasales todo el tiempo, es como caminar con una sola pierna y no con la otra, suponiendo que tengas las dos piernas bien.

Y sí, tienes dos piernas, pero no es que una sea de repuesto. Necesitas las dos piernas. Tienes los dos brazos, los necesitas los dos. Tienes los dos ojos y necesitas los dos para la percepción de profundidad. Dos oídos que te dan el sentido de la audición, la dirección que necesitas.

Y esto en tu vida se traduce en algo muy hermoso, en que necesitas sentir. No solo pensar sino que necesitas sentir. Sentir la alegría en tu vida. Sentir eso que no es cuestión de “más”, sino de “lo siento, yo lo siento”.

Y tantas veces lo veo cuando paso por los aeropuertos y ves a personas esperando a que lleguen sus seres queridos. Que bajen del avión, que pasen por ese pasillo. Están ahí esperándolos. Y cuando ven la cara de ese ser amado al que estaban esperando –a veces estas historias son muy conmovedoras y dramáticas, porque han estado esperando quizás años para ver a esta persona– y cuando por fin la ven no dicen: “Ah, espera, espera. Voy a esperar porque quiero más de esta persona.” No. Inmediatamente se les abre la sonrisa, los ojos se ríen, el cuerpo entero lo está diciendo. A veces no pueden evitarlo y les caen lágrimas de los ojos...

“Más, menos”. Las medidas han desaparecido. Simplemente han desaparecido. Es solo realidad: “Lo tengo, lo tengo.”

Y así es. Es como cuando aprendes a montar en bicicleta. Lo intentas y te caes; lo intentas y te caes. Y sigues, tienes que seguir y seguir dándole.

Y de repente lo captas. Y cuando lo captas, lo captas. No es como que “ahora tengo menos o tengo más.” Bueno, por supuesto que te vas a volver a caer, pero ya lo tienes, lo captaste.

Así es ese sentir, y específicamente el sentir esa alegría, sentir eso que hay en ti, esta cosa maravillosa.

Espero que lo pienses un poco y que lo conviertas en una realidad del sentir: sentir la alegría, sentir la paz, sentir la sed, sentir la necesidad y sentirte bien. Sentir lo bueno, esa bondad que hay en ti. Y permitir que esas cosas sean las que te impulsen hacia adelante. Porque eso es maravilloso. Si te puedes impulsar hacia adelante con eso, es muy, muy poderoso.

Así que espero que esto ayude, seguiré poniéndome en contacto con ustedes regularmente para comunicarles como van las cosas. Así que sí, trabajando en el Programa de Educación para la Paz.

Lo más probable es que no se llame Programa de Educación para la Paz. Va a tener otro nombre. Y hay una razón por la que tiene que ser así. Tengo esa lógica para mi locura, o como quieras llamarlo. Pero lo más probable es que sea así.

Y se va a modificar bastante. La esencia no está en el entrenamiento. Créeme. La esencia está en ti. El entrenamiento es una herramienta para ayudarte a lograr algunas de esas cosas que serían maravillosas en tu vida.

Pero lo principal eres tú, no el entrenamiento. Es como esa expresión que tanto han escuchado, que “puedes arrastrar el caballo hasta el agua, pero no lo puedes obligar a beber.”

No es que seas un caballo ni nada de eso. Pero el mejor entrenamiento, si tú no tienes ese deseo de alcanzar un nuevo umbral en tu vida, mejorar la posibilidad de lo que eres, de lo que ya eres tú, descubrir eso, esa alegría que reside en tu corazón, el entendimiento de eso; si no lo quieres, no hay entrenamiento que te vaya a ayudar.

Pero si quieres, ahí está el entrenamiento, y es un entrenamiento muy sencillo, muy hermoso. De eso se trata.

Yo, en cierta forma, estoy asombrado de lo sencillo que es. Porque es cuestión de prestar atención, sencillamente. No es nada lejano ni misterioso, es simplemente prestar atención.

Que cuando alguien te dice “lo que buscas está dentro de ti”, en lugar de decir “mmm, ¡qué interesante!” y ahí se quede todo, prestes atención.

Quiero reiterar algo que vas a tener que hacer: un día es el entrenamiento (no es muy largo) y luego tendrás un par de días para reflexionar y para enviar tus comentarios. Luego voy a leerlos (no todos, algunos) y luego tendremos un diálogo. Bueno, será solo de mí hacia ustedes, pero será un diálogo. Y luego seguimos.

Nunca lo he hecho así, virtualmente. Así que yo también estoy en modo experimental y estoy muy entusiasmado. Como lo estarás tú, posiblemente. Así que vamos a divertirnos. De eso se trata. No de seriedad sino de divertirnos y disfrutar.

Junto con este mensaje que les he transmitido hoy quiero desear a todas las madres del mundo un ¡Feliz Día de la Madre! Aquí viene también y es maravilloso. Gracias.

En Confinamiento, Día 49 00:21:57 En Confinamiento, Día 49 Video Duration : 00:21:57 con Prem Rawat

Confinamiento – Día 49

Cuenta regresiva al Programa de Educación para la Paz

El camino hacia la paz

Desde hace más de cinco décadas Colombia ha estado en una guerra no declarada, con víctimas de ambos bandos.

En los últimos años la urgencia por encontrar un camino hacia la paz se ha vuelto evidente.

¿Es posible la paz?

Medellin, Colombia

Individuo 1: [mujer]

Yo digo que sí, pero mientras las personas sean más tolerantes en cuanto a ciertos aspectos y en cuanto a ciertas situaciones.

Individuo 2: [varón]

Sí, claro. Solo hay que poner de nuestra parte. Cada cual somos responsables de nuestros actos y de todo lo que hacemos. Entonces pienso que cada cual en sí puede tener su paz. Claro que sí.

Individuo 3: [varón]

Si. Es posible

Individuo 4: [mujer]

Yo no. (¿Por qué?) Porque hay muchos problemas en la sociedad y cada vez son peores, y cada vez las ambiciones son peores. Eso es algo que... yo lo veo difícil. ¿Que se pueda controlar? Quizás. Pero, ¿que se logre al cien por ciento? No.

Individuo 3: [varón]

Yo creo que sí se puede, si nos coordinamos todos como comunidad independientemente de las diferencias.

 Texto en pantalla:

Actualmente Colombia participa de uno de los esfuerzos por la paz más grandes de la historia. Por el tratado de 2016 se dará amnistía a los combatientes que abandonan el conflicto y cursan un programa de reincorporación.

Prem Rawat:

¡Qué gran oportunidad es esta, al menos para mí, de poder venir a Colombia y hablar acerca de esta hermosa oportunidad, mientras Colombia intenta reconstruirse hasta el punto en que pueda haber paz.

Texto en pantalla:

En 2017 Prem Rawat visitó Medellín, Colombia, para reunirse personalmente con los participantes del programa y dar la conferencia principal en un Foro sobre la Paz.

Texto en pantalla:

Yenifer Quintero

Víctima/estudiante, Institución Educativa Pedro Nel Ospina

Ituango

Yenifer Quintero:

Quería hablar contigo. He tenido la oportunidad de hacer el Programa de Educación para la Paz. Y me ayudó muchísimo verte y escucharte. Quiero aprender muchas cosas bonitas. Porque yo fui una víctima directa de la violencia.

En el lugar de donde soy se ve eso mucho más. Y esto me ha ayudado muchísimo en mi esfuerzo personal para superar aquello que sufrí. Es una gran oportunidad poder conocerte.

Texto en pantalla:

COLOMBIA

Martha Elena Pineda

Contacto para el PEP en Colombia

Martha Elena Pineda:

Sí, Prem Rawat vino a Medellín. Allí se reunió con el Secretario de Educación de la gobernación de Antioquía y firmaron este acuerdo para llevar el PEP a 500 colegios de las pequeñas poblaciones que están alrededor de la gran ciudad que es Medellín.

La visita de Prem impactó muchísimo. El programa para nosotros fue una ayuda inmensa, porque cuando otros gobernadores, otras Secretarías de Educación se enteraron de lo que pasó en Antioquía han querido hacer lo mismo.

Y ya hay dos: una es el Huila, y la otra es Atlántico.

Texto en pantalla:

ANA ZAPATA

Secretaría de Educación – Atlántico, Colombia

Ana Zapata:

Es demasiado significativo. Algo que impactaría de aquí en adelante para el futuro de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes de Colombia.

Texto en pantalla:

SEBASTIÁN RODRIGUEZ

Estudiante – Atlántico, Colombia

Sebastián Rodriguez:

Porque para poder hacer la paz en todo el mundo debemos comenzar primero con nosotros. Le quería decir “muchas gracias” al Sr. Prem Rawat y a todas las personas que estén con este programa, agradeciéndoles por traer esto a nuestras vidas para así poder ser mejores personas a diario.

Texto en pantalla:

ARIANDI MIRANDA MONQUER

Estudiante – Atlántico, Colombia

Ariandi Miranda Monquer:

Este programa me ha enseñado que yo soy muy importante como ser humano y como persona. Y que así como yo entendí que soy una persona muy valiosa, quiero decirle a ustedes que también ustedes son unas personas muy valiosas. Que busquen su paz interior, la belleza que tienen por dentro y la luz que pueden reflejar.

Texto en pantalla:

Silvia Gonzalez

Profesora – Atlántico, Colombia

Silvia Gonzalez:

En los estudiantes que han tenido la oportunidad de asistir al Programa de Educación para la Paz se observa un cambio de actitud positivo. Compartimos más, dialogamos más. El clima escolar ha cambiado notablemente en la institución.

Texto en pantalla:

VALENTINA MENDOZA

Estudiante – Atlántico, Colombia

Valentina Mendoza:

Es muy inspirador, y nos sirve de mucho, porque nos ayuda a encontrar nuestra paz interior y a ayudar a los demás a que también lo hagan.

Clase al unísono:

¡Gracias, Prem Rawat, estamos conectados con la paz!

Texto en pantalla:

Reflexiones sobre encontrar la plenitud

Medellin, Colombia

Prem Rawat:

Hoy han venido aquí a escuchar acerca de la paz. Las personas se dirigen a mí y me dicen: “Sí, queremos paz ¿Cómo encontramos la paz?” Yo les digo: “No es necesario que encuentres la paz.”

“¿No necesito encontrar la paz?”

Has venido aquí para escuchar acerca de la paz, ¿verdad? ¿Porque estás interesado en la paz? ¿Te gustaría tener paz? ¿Quieres que yo te dé una fórmula fácil para que tengas paz todos los días? ¿Es eso lo que quieres? [Público: “Sí.”]

Una fórmula que no requiere que hagamos ningún ejercicio, sin dieta, sin tener que ir a ningún lugar, fácil de recordar, ¿sí? ¿Algo rápido? ¿Sí?  [Público: Sí.] No te preocupes. Eso lo puedo hacer. Puedo hacerlo. Es muy sencillo. La paz que buscas está en ti.

Amigos míos, el sediento camina por el desierto y se está muriendo de sed; aquél que contiene dentro de sí, dentro de él o ella un océano con el agua más dulce y hermosa en su interior. Surge la pregunta: “Este viajero, ¿va a morirse de sed?” Y la respuesta es: “Depende de él. Depende de ella.” ¿Por qué?

Alguien ha dicho: “Que hay una gota en el océano todos lo saben.” ¿Verdad? “Pero, que 'hay un océano en la gota', muy pocos lo entienden.”

Tú eres la gota. Tú eres la gota en la cual hay un océano, y este océano contiene el agua más dulce –no salada, el agua más dulce. Y cuando esta persona va a morirse de sed, ¿qué es lo que yo debería decirle a él o a ella? ¿Qué debería decirle? ¿Qué debo decirle?

¿Qué debo decirle? “¿Adiós; espero que la muerte no te resulte muy dolorosa?” ¿O debería preguntarle a él o a ella: “¿Qué haces? ¿Por qué no estás bebiendo el agua que está en tu interior y saciando tu sed?”

Tienes mil preguntas, yo tengo unas pocas. Y mis pocas preguntas pueden responder tus mil preguntas.

Porque la pregunta que tengo para hacerte es muy simple: Cuando existe un océano de alegría dentro de ti, ¿por qué estás triste? Cuando existe un océano de claridad dentro de ti, ¿por qué estás confundido? Cuando la lámpara está encendida en tu interior, ¿por qué vives en la oscuridad? ¿Por qué? Cuando hay un océano de esperanza en ti, ¿por qué vives en la desesperación? Cuando hay una riqueza sin límites en tu interior, ¿por qué te sientes pobre? ¿Por qué? ¿Por qué?

Esa es la pregunta que yo tengo para ti. Es mi pregunta para ti. Si me contestas, responderás tus propias preguntas. Porque esta existencia es una bendición. Es una bendición. Es una bendición. La máxima bendición. Es el regalo supremo. ¡Y se te ha dado  a ti!

Te formulo nuevamente una de mis preguntas: ¿Eres tú algo o nada? Si contestas mi pregunta, responderás tus mil preguntas. Porque conoces la respuesta. Tú sabes que mientras la vida entre en ti...

Y ¿qué es esta cosa llamada vida? ¿Qué es esto que te mantiene vivo? ¿Lo has pensado alguna vez? La misma cosa que ha creado el universo y los universos. No puedes ni imaginártelo. No puedes ni imaginar lo qué es lo Divino, pero lo Divino es lo que mantiene todo en marcha, incluyéndote a ti.

Entonces, ¿cuánto vale esto? Vale tanto como lo que contiene en su interior. ¿Y qué contiene en su interior? El infinito se encuentra en su interior. Esta es la gota que contiene, ¿qué? El océano.

Se han desafiado las leyes de la física. “Algo grande puede contener algo pequeño, algo pequeño no puede contener algo mayor.” Pero aquí está. En sus confines se encuentra el océano de esperanza debido a esa belleza que reside en tu corazón.

La gente dice: “¿Qué es un corazón? ¿Dónde está? ¿Dónde está?” Al lugar donde reside la valentía en ti se le llama corazón. La valentía. Al lugar donde reside la claridad en ti se le llama corazón. Al lugar donde la esperanza reside en ti se le llama corazón. Y al lugar donde lo Divino reside en ti se le llama corazón. Ese es tu corazón. ¿Dónde está? En tu interior.

Así que cuando te digo que has sido bendecido lo digo en serio. Si no has encontrado lo Divino en ti, ¿de qué sirve señalar hacia arriba? Si no puedes ver lo Divino que reside en tu corazón, ¿cómo vas a poder lo Divino que reside en el universo? ¿Cómo?

Si no puedes comprender aquello que tu corazón sabe, ¿cómo vas a poder comprender? ¿Intentando buscar, yendo a lugares, intentando encontrar lo que está en tu interior, lo que hay en tu interior, cómo lo vas a encontrar ahí fuera, si no lo has encontrado aquí dentro?

Bueno, veamos. Hablábamos sobre la paz, ¿verdad? Y yo dije: “Hay una respuesta sencilla para encontrar la paz”.  ¿La ves? “Dentro de ti. En ti. En ti. En ti. En ti.”

Mientras tú estés aquí, tu cielo está aquí y tu infierno está aquí. ¿Qué es el cielo? El cielo es el lugar donde te sientes pleno. ¿Qué es el infierno? No estar en el cielo. Es sencillo ¿Cómo se siente uno cuando está en el cielo? Celestialmente. Y cuando no te sientes pleno, saciado, sintiendo esperanza, alegría, estás en el infierno.

Es así de sencillo. Así que está en ti, está en ti, está en ti, está en ti.

Confinamiento, día 46 00:22:51 Confinamiento, día 46 Video Duration : 00:22:51 con Prem Rawat

Confinamiento – Día 46

Cuenta regresiva al Programa de Educación para la Paz

Prem Rawat:

Estoy aquí hoy, en una Sudáfrica libre. Pero tenemos que asegurarnos de que la libertad no sea solo externa, sino que esté también adentro. Porque sin la libertad de adentro, la libertad de afuera en realidad no importa.

Texto en pantalla:

Kabelo Padi. Facilitador del Programa de Educación para la Paz:

Vemos que las personas tienen sed de que les llegue un mensaje como este.

Texto en pantalla:

UDF – NUESTRA LUCHA POR LA LIBERACIÓN ES UNA LUCHA POR LA PAZ

Especialmente aquí, en Soweto. Es una comunidad donde han sucedido muchas de las actividades del apartheid. Y creo que el mensaje servirá para educar a las comunidades locales, para que puedan decir: “La paz empieza contigo, tu paz interior.”

Texto en pantalla:

Ernest Leketi

Coordinador de Desarrollo de la Juventud

Departamento de Desarrollo Social de la Ciudad de Joburg

Para mí hubo un antes y después de asistir al Programa de Educación para la Paz, porque antes nunca tuve un entendimiento claro de la paz. Era solamente la paz general, la paz en la sociedad. Después de que recibí el mensaje compartido por Su Excelencia Prem Rawat, capté el entendimiento de la paz interna.

Texto en pantalla:

PEP

Educación para la Paz

Florecimiento en Sudáfrica

Narrador:

El PEP sigue floreciendo en Sudáfrica, ya que va aumentando el número de ONGs, escuelas y centros de capacitación que han integrado estos talleres en sus programas. Ernest Leketi y el equipo entusiasta de voluntarios en Soweto han desempeñado un papel clave para ampliar el alcance del programa, llegando más allá de Soweto.

Ernest Leketi:

Cuando participan las comunidades encontramos gente joven que ha perdido la esperanza. Pero una vez que les presentan el Programa de Educación para la Paz empiezan a respetarse a sí mismos, a tomarse a sí mismos muy en serio.

Texto en pantalla:

HITTENDRA NAGIN

Equipo de Apoyo al PEP en Sudáfrica

Hittendra Nagin:

Esto no les señala sus problemas. Les señala una fuente de esperanza, de energía para llevar las cosas adelante.

Texto en pantalla:

MATSHIDISO MAIBIBA

Participante del PEP:

Me enseñó a amar, a no ser rencorosa, a perdonar a quienes me han lastimado.

Tholoana Chalatse:

Yo era una persona llena de ira. Reaccionaba mal hasta con una pequeñez. Pero a través del programa aprendí a quedarme tranquilo, a no tomarme las cosas abruptamente o comportarme de una manera de la que me pudiera avergonzar mañana. Así que hubo transformación, porque tuve que aprender cosas nuevas, técnicas para evitar situaciones que me pueden traer problemas.

Participante del PEP:

Para mí, este programa básicamente me presentó a mí misma. Y me enseñó que para ser buena con otras personas tengo que comenzar conmigo.

Texto en pantalla:

Una fórmula para la paz

Prem Rawat en Soweto, Sudáfrica

Prem Rawat:

Tienes que recordar una cosa, y es que tú no eres tus problemas.

Cualquiera que sea el problema, sea cual sea el problema que viene y va, tú no eres tus problemas. Tú eres un ser humano. Tienes cierto poder, cierta fuerza. Y los problemas son como nubes: vienen, se van; a veces son grandes, a veces son pequeños; a veces no están y a veces están por todas partes.

Pero la montaña que está en la tierra no se mueve con las nubes. No se hace más grande o pequeña con las nubes. Tú eres la montaña, las nubes son tus problemas. Y esta es la historia que quería contarles:

Había una vez un hombre que nunca había visto un elefante. Así que decidió ir a ver algún elefante. Preguntó y le dijeron que había una aldea en África, donde había elefantes grandes. De modo que este hombre viajó a África. Llegó y vio unos elefantes muy grandes. Y como nunca los había visto, se quedó muy sorprendido.

Entonces observó que los elefantes estaban atados con una cuerdita pequeña y delgada en las patas. Y nada más. Así que se quedó sorprendido: “Un elefante tan grande… ¿lo están reteniendo en este lugar con esta cuerdita tan pequeña?”

Fue donde el jefe y le dijo: “Jefe, estos elefantes son fuertes, ¿no es así?” Y el jefe le dijo: “Sí, son muy, muy fuertes.” Y luego: “Jefe, tengo una pregunta, ¿cómo puede ser que a este animal tan grande, tan fuerte, tan poderoso lo tengan retenido con esta cuerdita tan pequeña.”

Y el jefe le dijo:”Ah, déjame explicarte. Cuando eran bebés los atábamos con esta cuerda. Trataban de moverse y no podían. Y así los reteníamos. Ahora que han crecido y son grandes y fuertes ya no lo intentan. Piensan que esta cuerdita tan pequeña los está reteniendo en ese lugar. Por supuesto, si lo intentaran, esta cuerda no puede retener un animal tan poderoso. Pero los elefantes se han dado por vencidos. Han dejado de intentarlo.”

¿Por qué les conté esta historia? Porque en cierta forma esto es lo que está sucediendo. Lo que somos, lo que eres tú es mucho más que la suma de tus problemas. Pero llegan estos problemas y te están reteniendo, y no te das cuenta de tu propio poder. No te das cuenta de tu propia fuerza, que como ser humano tienes adentro: la fuerza de superar estas barreras.

Si sueñas con un día despejado, es posible. Si sueñas con un país que te dé oportunidades y esperanza, es posible. ¿Quién lo va a hacer? Lo tienes que hacer tú.

Nosotros, las personas de este planeta Tierra, somos las responsables de su destino. Esperamos que nuestros dirigentes nos solucionen nuestros problemas. Estos llamados líderes han venido fallándonos durante muchos, muchísimos años; un año tras otro ininterrumpidamente. Y nos quedamos ahí sentados y decimos: “Sí. Soluciónalo.” ¿Cómo?

Tenemos que depositar nuestra confianza en nosotros, no en los líderes. En nosotros, dándonos esperanza, alumbrándonos el camino los unos a los otros.

Antes de venir aquí estaba en una reunión con algunas personas y les dije: “Incluso cuando tienes problemas, aún cuando tienes situaciones que no son buenas, el bien está siempre ahí.” Lo bueno está siempre ahí.

Si un día despiertas, abres la puerta y está nublado –una niebla muy densa–, ¿significa eso que todo ha desaparecido? Ahí está, tú no puedes verlo, pero sigue ahí. Y cuando se levante la niebla volverá a verse.

Esto requiere paciencia. Esto requiere paciencia. Pero si solo tienes paciencia y no estás haciendo nada más no va a dar resultado. No te puedes quedar ahí sentado diciendo: “De acuerdo, de acuerdo; ¿qué puedo hacer?, ¿qué puedo hacer?”

Haz lo que haga falta. Haz lo que sea preciso. La gente dice: “¿Qué se puede hacer con la niebla?” Muévete. Muévete a un lugar donde no haya niebla ¿No te gusta la niebla? Ve a un lugar donde no haya.

Pero la gente se lamenta: “Ah, tengo problemas terribles. Tengo tal cosa...” Porque nos gusta quejarnos. Nos encanta quejarnos.

Si no tuviéramos de que quejarnos –y dos personas se encuentran en la calle, no sé qué se dirían. Estaría como... “No sé qué decirte.”

Nos encanta quejarnos. Nos encanta quejarnos de Dios. Hace poco vi un artículo en el que alguien decía: “Ah, Dios es terrible, Dios es ésto, Dios es aquello.” ¿Por qué te estás quejando? Dios te hizo a ti; tú creaste tus problemas. ¿Por qué culpas a Dios? Dios te hizo a ti y tú eres el Dios de tus problemas. Tú creaste tus problemas. Y en tu mundo, ¿eres más importante que tus problemas? No.

Tus problemas vienen a devorarte y tú les dices: “Aquí está; “¿qué mano te gustaría comerte primero?, ¿quieres comerte primero la pierna?, ¿o la cabeza?, ¿qué?” Esto no es fuerza. Esto debilidad. Esto no es claridad, es duda. Esta no es tu vida. Esto no eres tú. Tú eres el elefante poderoso que ha olvidado quién es.

Así que, hay cuatro cosas: te daré una fórmula para estar en paz, para ser feliz. Aquí está, cuatro cosas, es muy buena, fácil:

Uno: estoy escribiendo un libro sobre esto: “Conócete a ti mismo” ¿No te conoces a ti mismo? Vas a ser como un ping-pong, rebotando en esta pared, en la otra. Eso es lo que vas a hacer.

Dos: “Ten gratitud en tu vida. Sé agradecido.” Porque la gratitud te traerá apreciación y la apreciación te traerá gratitud. Aprecia lo que tienes.

¿El problema de la codicia en este mundo? Una cosa que no puede hacer la persona codiciosa, ¿sabes qué es? Apreciar. Desde el mismo momento en que alguien codicioso empiece a apreciar, termina la codicia. Eso es lo que no pueden hacer.

Hay personas en el mundo que todos los días quieren hacer más dinero, más dinero, más dinero. Si comenzaran a apreciar el dinero que tienen, dejarían de hacerlo. Pero quieren hacer más dinero, por tanto no aprecian lo que tienen y solo quieren más y más. Así pues, lo segundo es la gratitud.

Lo tercero es muy importante para ti: “Si fallas, si fallas no aceptes el fracaso. Distingue entre los fallos y el fracaso.”

¿Qué les parece? ¿Entienden lo que estoy diciendo? Fallar y fracasar. Voy a poner un ejemplo. Todos ustedes lo han hecho, todos han tenido la experiencia de haber fallado sin aceptar el fracaso. ¿Lo sabían? Cuando eras un bebé y estabas aprendiendo a caminar, fallabas. Te ponías de pie, te tambaleabas y te caías ¡Fallabas! ¿Verdad? Pero no aceptabas el fracaso. Te volvías a levantar y ¡otra vez! Te tambaleabas y volvías a fallar. Pero no aceptaste nunca el fracaso. Cada vez que te caías te volvías a levantar.

Hoy, cuando fallas, ¿qué sucede? ¿Qué te ocurre cuando fallas hoy en día? Se acabó. Depresión. “Ay, Dios mío, ¿qué me va a pasar? He fracasado.”

¿Crees que el bebé hace eso? “Estoy deprimido. Fallé...” Y este fallar puede continuar todo el día, o 2, 3, 4 , 5, 6, 7, 8, 9, 10 días, pero como el bebé fallaba y nunca aceptó el fracaso, finalmente tuvo éxito.

Pero tú fallas e inmediatamente aceptas el fracaso. Así que, recuérdalo: “Conócete a ti mismo”; esto te traerá paz, conocerte a ti mismo te traerá paz. La gratitud, la apreciación te traerá felicidad. “Fallar, pero nunca aceptar el fracaso” te traerá esperanza, porque ahora vas a ver el mundo entero de una manera diferente, si fallas: “no hay problema, lo volveré a intentar.” Esperanza, eso es esperanza.

Cuando no ves ninguna puerta, ningún camino, ninguna ruta, ahí termina la esperanza, es su fin. No ves otra posibilidad. Pero si ves otra puerta, otro camino, otra vía, hay esperanza: “Iré por ahí, iré por ahí.” Y eso es.

Y lo cuarto. Sé que esto va a ser chocante para ustedes por su cultura. Yo comprendo su cultura. Es muy similar a la de la India. Pero ahora estamos hablando de estar en paz y de tener una vida feliz, ¿no es cierto? Bueno, lo último, muy importante: “No le des importancia a lo que piensan los demás de ti.” No se la des.

Así que ahí estás sentado diciendo: “Ah, sí, me pregunto que estará pensando él, seguro que piensa que estoy loco, que no soy bueno...” Desde que dejes de darle importancia a lo que piensan los demás de ti te empoderas para ser fuerte.

Así que, sé que esto es difícil, pero estas son las cuatro cosas. Si puedes tomarte en serio estas cuatro cosas en tu vida, te garantizo que cambiarás.

Porque estas son las cosas que nos encierran en una caja. Y olvidamos quiénes somos, olvidamos que somos el elefante poderoso y estas cosas que llamamos “problemas” no nos pueden retener. Pero lo hemos olvidado y pensamos que estas cuerdas son mucho más fuertes de lo que son en realidad.

Esto es lo que quería decirles. Espero que reflexionen sobre ello. Es lo único que quiero que hagan. Por lo menos, piénsenlo.

Texto en pantalla:

Este vídeo es cortesía de la Fundación Prem Rawat

Confinamiento, día 57 00:21:04 Confinamiento, día 57 Video Duration : 00:21:04 con Prem Rawat
Lockdown día 56 00:20:50 Lockdown día 56 Video Duration : 00:20:50 con Prem Rawat
Confinamiento, Día 54 00:16:08 Confinamiento, Día 54 Video Duration : 00:16:08 con Prem Rawat

Confinamiento – Día 54

Cuenta regresiva al Programa de Educación para la Paz

Liberar la esperanza

Prem responde preguntas en Ciudad del Cabo, Sudáfrica

Graeme Richards

Anfitrión

MC:

Tú hablas de ser atractivo, y nosotros generamos esta energía que es atractiva para otras personas, pero tiene que comenzar dentro de uno mismo.

Esta próxima pregunta, creo, mientras discutíamos cuál elegir entre la enorme cantidad que había, creo que nos tocó a todos en el backstage, y creo que les tocará a todos. Espero que la persona que lo escribió realmente se ilumine ahora y tome nota de la respuesta.

Y la pregunta es: "¿Cómo puedes amarte cuando empiezas a creer que eres feo y un fracaso?"

Prem Rawat:

Bueno, afortunadamente no es un hecho, es solo tu creencia. Las creencias pueden cambiar. Entonces realmente puedes creer lo que quieras, pero ¿cuál es la realidad? La realidad es que la oscuridad nunca está lejos de la luz.

La última vez que pulsaste un interruptor y se prendió la luz en un cuarto oscuro, ¿cuánto tiempo tomó para que desapareciera la oscuridad? Encendiste la bombilla,¿ y fue como un desagüe o como la cisterna de un inodoro descargando…? ¡No! Fue “bum”.

La oscuridad nunca está lejos de la luz, la luz nunca está lejos de la oscuridad. La alegría nunca está lejos de la tristeza y la tristeza nunca está lejos de la alegría. Cabalgan juntas.

Cuando vas a un baño y cierras la puerta por privacidad, ¿crees que es privado? No. Tu ira, tu miedo, tu duda han venido contigo. Aunque reserves solo un asiento para ti en un autobús o un avión, tu ira, tu miedo, tu duda, siempre están ahí, ¡siempre, siempre!

Pero también está la bondad, la comprensión, también está la gratitud. Estas cosas también están ahí porque son el otro lado de la moneda. Debes saber que si solo has experimentado tu fealdad, entonces no has volteado la moneda. Necesitas lanzar la moneda, porque la otra cara de esa moneda es increíblemente bella.

¿Y cuál es la belleza? ¿Qué es? ¿Alguien que tiene formas simétricas? ¿Una estrella de cine? ¿Qué es la belleza? La realidad es que muchas estrellas de cine que son magníficas a veces pasan horas mirándose en el espejo y diciendo: “Ay Dios mío, ¿lo soy? ¿lo soy?”

Tú eres el espectador. Si sientes en ti y ves, sigo volviendo a esto, y esta es una gran pregunta porque me da más argumentos para mi libro. ¡Por eso necesitas conocerte a ti mismo!

Sócrates dijo "Conócete a ti mismo". Necesitas conocerte a ti mismo. ¿Por qué? Porque es entonces cuando podrás experimentar la verdadera belleza que eres. Es por eso que necesitas conocerte a ti mismo.

Hay mil millones de razones, creo, 7.5 mil millones de razones en la faz de esta tierra de por qué deberías conocerte a ti mismo. Porque si cada uno lo hiciera creo que tendríamos una situación

muy diferente en este mundo, si la belleza que concibes en tu mente es una belleza que es diferente de lo que realmente eres. Y tienes esa belleza.

Cualquier cosa que otras personas te digan, tú eres peor que ellos. Porque constantemente te sientas allí y te dices a ti mismo: "No soy hermoso, no soy hermoso, no lo soy…"

Esta belleza un día se irá. Y las mismas personas que vienen y te besan, ese día dirán: “Uy, de ninguna manera”. Entonces, no está aquí, esta no es la parte “bella”. La parte bella está aquí, en tu corazón, en ti mismo.

MC:

Creo que una gran parte de ese viaje hacia uno mismo que es llegar al punto de ver la belleza dentro de ti, una parte de eso tiene que ver con perdonarte a ti mismo.

Y una de las preguntas dice: "Si para empezar ya es bastante difícil el perdón, perdonar a otra persona es muy difícil, volcarlo hacia la persona que mejor conoces, hacia la persona que probablemente más juzgues, ¿cómo te perdonas a ti mismo?”

Prem Rawat:

Bueno, esa es una pregunta maravillosa, porque eso es muy importante, poder perdonarte a ti mismo. Y ni siquiera traigamos a ti o a otra persona a la situación. Hablemos del perdón, de lo que es el perdón.

Mucha gente piensa que “perdonar es otorgar licencia a la mediocridad, otorgar licencia al error de alguien". Eso no es el perdón. Perdonar es cortar la relación con esa acción que te está abatiendo.

Digamos que alguien te hizo algo terrible. Y eso sucedió hace mucho tiempo, pero esa persona todavía te tiene agarrado. Todavía te tiene agarrado. Porque cada día que te despiertas, tal vez en un momento solitario, maldices a esa persona, piensas en esa persona, esa persona todavía está conectada a ti.

Perdonar es decir: "Se acabó. No tendrás control sobre mí. Quiero mi vida de vuelta. Quiero recuperar mi vida y ya no te autorizo a perseguirme.” Eso es el perdón. Eso es el perdón. El perdón es muy poderoso. Es realmente decir: "¡No! Tengo mi vida. Muchas gracias." Recuperar. Es recuperar. Porque si no lo haces te sigue teniendo agarrado.

Lo que te hacen esas zarpas, esas garras que se han clavado en ti, es que te causan ira, te provocan miedo, hacen que te cierres, que dejes de avanzar, que dejes de sentir apreciación…

Y no puedes permitirte ser una víctima, porque si lo hicieras, respecto a algunas cosas, nunca podrás decir: "Oh, sí, estoy bien con eso". Pero depende de ti que permitas que las garras de esa persona y que el hecho aún te tenga agarrado. Porque si no lo haces, entonces usa la espada del perdón y libérate. Sigue adelante.

Yo entiendo que a veces estas historias son más fáciles de decir que de realmente aplicarlas a tu vida. Pero al menos, si comienzas a cortar…

Quizás la cuerda es tan gruesa que no podrás cortarla en un día. Pero al menos, si comienzas a cortarla comienzas a comprender la dinámica de que tienes el poder de cortar esa cuerda, que esto es lo que significa el perdón, que finalmente un día debilitarás esa cuerda. Que sí, se cortará. Pero necesitas comenzar. Tienes que empezar a entenderlo.

Porque aquello que más practiques es en lo que serás bueno. Practica, practica ser tú mismo. Pero, ahí surge un problema y es que si no sabes quién eres, ¿cómo vas a practicar ser tú mismo?

Así que volvemos al punto uno… (si, volvemos a las risas…) Si, conócete a ti mismo.

MC:

Me alegra mucho que hayas apuntado ahí, dijiste un par de palabras… la palabra "víctima" surgió muchas veces, en tantas preguntas: "¿y cómo superamos el sentirnos víctimas?", que es en gran medida el contexto en Sudáfrica. Y como has explicado, creo que es una energía compartida en todo el mundo.

Prem Rawat:

Alguien tiene que continuar intentándolo. Y en el caso de los ciudadanos de este país... ante una situación extrema, total y absolutamente cruel y horrible... lo bueno ha de seguir intentándolo. En eso consiste la victoria.

Hay dos tipos de victoria. En una victoria, para que tú ganes alguien tiene que perder. Pero cuando la victoria es sobre ti mismo y ganas, nadie tiene que perder. Nadie pierde.

Así que: sí. Ante todas estas cosas horribles hay esperanza. Y si nosotros, los seres humanos, podemos caer tan bajo como para hacer cosas como esas, también podemos elevarnos hacia lo alto para poder cambiarlas y no permitir que esas cosas sucedan.

Así que a fin de cuentas depende de nosotros. Siempre va a ser así. A final de cuentas se reduce al papel que juguemos en ello, porque es así. Y esperamos…

¿Cuántos…? No debería hacer esta pregunta, porque ya conozco la respuesta. Pero sinceramente –ya que mi plataforma es la humanidad– les pido que se hagan con sinceridad esta pregunta: ¿cuántos de ustedes están esperando que cambien los demás? Y esa es la enfermedad más extendida en el mundo. Todo el mundo está esperando que los demás cambien. No, tú tienes que cambiar más allá de que los demás cambien o no. Y entonces verás que los cambios son buenos.

Ha llegado el momento de aceptar nuestra responsabilidad. ¡Encuentra la paz en tu vida, conócete a ti mismo! ¡Este es el momento! ¿Quieres que estas cosas se acaben? Pueden acabarse. Esas cosas no las causa Dios. No se trata de: “¡Ah, sí, era su karma! Explicaciones tontas. Lo dice alguien de cincuenta años.

¿Cuántos aquí están en desacuerdo con eso? Que hay alguien más allá arriba que controla el destino, que eres solo una marioneta… Porque esto es lo que nos enseñan, no es algo que sabíamos, nos lo enseñaron. Porque da una explicación a todas las cosas desafortunadas: "Oh, sí, Dios trabaja de maneras misteriosas". Decimos: "Dios trabaja de maneras misteriosas". Y yo digo: ¿eso es todo? ¿Esa es tu explicación? "¿Es misterioso?"¿Por qué Dios es misterioso?

Solo hay una forma de eliminar la oscuridad. No puedes conseguir un cubo vacío para quitar la oscuridad. Un balde vacío para llenarlo de oscuridad y tirarlo por la ventana no funcionará, lo siento. Solo hay una forma de quitar la oscuridad y es traer la luz.

¿Que si veo esperanza? Sí, veo esperanza. Y vi esperanza cuando fui a esa escuela. Eran niños pequeños, muy lindos, niños pequeños. Vi esperanza en ellos. Y tú también tienes que encontrarla. Necesitas encontrar el fin de la incertidumbre, el final de ese miedo, para que puedas encontrar el final de la ira.

MC:

Me has ayudado a liberar la esperanza esta noche. Puedo sentir que a esta audiencia hoy le has ayudado a despertar la esperanza. Y espero que hayas recibido nuestro amor también. ¡Qué placer y privilegio absolutos!

Prem Rawat:

Gracias

MC:

Muchísimas gracias.

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